Otimismo y expectación en el mundo de la cultura ante la nueva Ley de Mecenazgo

Actualizado: miércoles, 4 julio 2012 15:27

MADRID, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Fundación Contemporánea ha presentado los resultados de la consulta de su Observatorio de la Cultura correspondiente al primer semestre de 2012. En esta ocasión, han participado en la consulta 142 miembros del panel de expertos quienes han respondido a un cuestionario que ha pulsado las expectativas del sector cultural ante la anunciada nueva ley de mecenazgo y otras iniciativas para fomentar la financiación privada de la cultura.

El 88,3% de los encuestados tiene una expectativa positiva o muy positiva sobre la nueva ley. De entre ellos, un 26,5% considera que una buena ley conseguirá una aportación importante de fondos privados y será muy positiva para el sector. Para el otro 61,8% fomentar el mecenazgo es positivo, aunque solo resolverá parcialmente las necesidades de financiación de la cultura. El 11,8% restante se muestra más escéptico, la futura ley no servirá para remplazar la disminución de los presupuestos públicos para la cultura, que deberían ser irrenunciables.

Entre las opiniones más repetidas entre los encuestados destacan que la ley debe garantizar la independencia de las instituciones culturales y que solo será útil para financiar las grandes instituciones y acontecimientos, no para otros aspectos de la cultura igualmente importantes.

Los consultados defienden mayoritariamente una ley específica para el sector cultural. Un 25% defiende que la ley de mecenazgo debería ser exclusivamente de aplicación en materia cultural, por el especial valor social de la cultura. Un 37,5% opina que sería mejor una ley específica para las necesidades de la cultura, aunque debería convivir con otras equivalentes para otros campos sociales. El 37,5% restante defiende que no hay razón para discriminar a favor de la cultura: la ley debería favorecer el mecenazgo hacia cualquier actividad de interés social como educación, ciencia, sanidad, integración social, cooperación al desarrollo o medio ambiente.

Entre las opiniones compartidas destacan que la cultura tiene distintos objetivos que otros campos sociales y que, por tanto, la ley debe imponer diferentes condiciones y debe diferenciar entre actividades culturales sin ánimo de lucro y otras como cine o teatro.

BENEFICIARIOS DE LA NUEVA LEY

La mayoría de los participantes en la consulta defiende que los beneficios fiscales de la nueva ley se apliquen con un criterio abierto e independiente del poder político. Para un 54,5%, cualquier iniciativa cultural debería beneficiarse por igual de estas ventajas, siempre que sus resultados lo justifiquen y exista un adecuado control.

Otro 26,9% defiende que la decisión sobre la aplicación de estos beneficios debería estar en manos de especialistas independientes de los poderes políticos. Solamente un 18,7% está de acuerdo en que definir las actividades beneficiarias de la ley debe ser responsabilidad de la Administración Pública, con criterios de política cultural.

Algunas opiniones compartidas son que las actividades beneficiarias deben decidirse en un órgano con participación de la Administración y la comunidad cultural y que cualquier actividad cultural que genere retornos para una comunidad y que sea sostenible debe ser beneficiaria.

Asimismo, la mayoría de los encuestados confía en la capacidad de una buena nueva ley para provocar un cambio en la involucración de nuestra sociedad civil en la promoción y financiación de la cultura. Para un 45,9%, una nueva ley ambiciosa puede provocar el inicio de una transformación muy beneficiosa de nuestra sociedad en esta dirección. Para otro 38,3%, la ley puede fomentar una mayor iniciativa privada, si bien el mayor protagonismo seguirá siendo público.

El 15,8% restante sostiene que la implicación de la sociedad civil española en la cultura ha sido históricamente muy débil, y una ley apenas va a poder cambiar esta realidad. Entre las opiniones compartidas está la idea de que, aparte de las actividades que pueda promover la iniciativa privada, la cultura seguirá siendo un derecho público, que debe definirse desde y para la comunidad, y financiarse con dinero público.

EXPECTATIVAS DE INGRESOS POR MECENAZGO

Preguntados los panelistas acerca de si su institución u organización espera acceder a nueva financiación con la nueva ley, la mayoría tienen expectativas positivas o muy positivas en este sentido. Un 36,1% espera que sea una fuente importante de financiación a medio plazo para su organización, otro 50,9% espera que pueda aportar ingresos complementarios y solamente un 13% no cree que su institución vaya a acceder a financiación privada.

Las organizaciones de un 34,5% de los panelistas no cuentan aún con el personal con la preparación adecuada para la gestión de ingresos por mecenazgo ni está previsto de momento, un 40,7% de las organizaciones quieren reforzar el equipo en ese sentido, pero aún no lo tienen. Solo en un 24,8% de los casos sí cuentan ya con el personal adecuado. Varios comentarios comparten la opinión de no incorporar a nuevo personal para gestionar ingresos sino formar al personal actual para ello.

De forma abierta, los panelistas han sido consultados sobre qué otras acciones, más allá de las ventajas fiscales de la futura ley, consideran necesarias para fomentar una mayor implicación de la sociedad civil en la cultura, incluyendo a empresas, organizaciones y particulares.

Las respuestas mencionadas con más frecuencia, agrupadas por temas, son: educación en los valores de la cultura, mayor reconocimiento social para el apoyo a la cultura, acercar la cultura a las personas, comprometer a la gente con la cultura, mayor apoyo de los medios de comunicación, colaboración más estrecha entre la cultura y el sector privado y defender la cultura como sector económico estratégico.

OTRAS FORMAS DE MECENAZGO

Además de las ventajas fiscales, se apuntan otras formas de apoyar el mecenazgo empresarial, como primar en las ayudas públicas a la cultura a los proyectos basados en cooperación privada, apoyar a emprendedores culturales y a la innovación en el ámbito cultural, invertir en imagen, promoción y divulgación de la cultura como aportación de mayor valor para patrocinadores y mecenas, hacer que puntúen las actividades de mecenazgo de cara a participar en concursos públicos.