El poeta Antonio Gamoneda dice que aprendió a leer con poesías de su padre en su primer homenaje como Premio Cervantes

Europa Press Cultura
Actualizado: miércoles, 13 diciembre 2006 16:00

ALCALÁ DE HENARES, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -

El poeta Antonio Gamoneda recibió ayer el primer homenaje en Alcalá de Henares, tras conocerse que se le ha concedido el Premio Cervantes 2006, galardón considerado el más importante de las letras hispanas y que otorga el Ministerio de Cultura en reconocimiento al conjunto de la obra de un escritor.

Este autor de 76 años, nació en Oviedo, pero en 1936 se trasladó junto a su madre a vivir a León. Fue justo en ese año cuando "la inquietud por aprender a leer me llevó a coger el único libro que teníamos en nuestra biblioteca. Se titulaba 'Otra más alta vida' y eran poesías escritas por mi padre. Al haber aprendido a leer usando un libro de poesía, quedé 'condenado' a ser poeta", explicó el propio escritor.

Desde ese momento, "siempre a mano, porque los ordenadores no son lo mío ya que no se leer en una pantalla", comenzó a escribir una obra que "cuesta definir, porque la poesía en sí misma es indescriptible".

Gamoneda explicó que existe en sus poesías un relato de cómo avanza hacia la muerte. "Pero no debe de parecerles demasiado pesimista este tipo de apreciación mía, porque a la muerte se puede avanzar de una manera gozosa, si lo hago desde el amor a la vida", indicó.

El poeta definió "la vida" como "aquello que sucede entre la inexistencia (previa) y la inexistencia (posterior)".

Y ha sido precisamente por sus poemas, por su trayectoria, por lo que ha sido premiado con el Cervantes, una noticia que ha llenado a Gamoneda de alegría, "estoy muy contento pero al mismo tiempo tengo una sorpresa dentro que no consigo disolver. Diría que esta sorpresa tiene su razón de ser en el hecho de que si yo contemplo hacia arriba la lista de mis antecesores en el Cervantes, me siento muy chiquito, muy por debajo de ellos" explicó.

Desde el día que se lo comunicaron "cuando estaba en mi casa de León", no ha tenido tiempo para contestar a las llamadas y las cartas que he recibido. Algunas "inesperadas pero significativas" como las de dos grandes escritores que también estaban propuestos para el premio, José Manuel Caballero Bonald y Juan Marsé.

En este sentido, Antonio Gamoneda bromeó diciendo que "desde hace unos 4 años yo siempre que me preguntaban mi profesión contestaba que era finalista del premio Cervantes".

Sobre el discurso que tendrá que pronunciar el próxima día 23 de abril, cuando sus majestades los reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía le hagan entrega del galardón en el histórico paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, el poeta ha asegurado que "todavía no he podido sentarme a escribirlo" aparte "como no podía imaginar que me lo otorgaran no he pensado en que diré".

SUS LUGARES PARA ESCRIBIR

Cuando Antonio Gamoneda se encuentra en su casa de León, no es raro que se levante a las tres o cuatro de la madrugada, se siente en su despacho de trabajo, "amplio pero cada vez más estrecho por todos los libros que voy acumulando", y se ponga a escribir. Aunque quizás donde le encanta hacerlo es en el tren. "Yo procuro viajar en tren, me gusta mucho, no me siento intervenido por el ambiente, bajo la bandejita y escribo, tacho, escribo". Y es que "lo que más me gusta de escribir, es tachar".

LA IMPORTACIA DE CECILIA (SU NIETA)

Este ha sido un año importante para el poeta, justo el mismo día que conocía su elección como premio Cervantes, recogía el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.

En esa entrega tuvo unas palabras dedicadas a su nieta Cecilia ya que "su aparición en el mundo ha sido para mi muy importante, y cuando uno llega a una edad ya no se esperan grandes sorpresas ni acontecimientos conmocionantes en la vida".

"Yo me he sentido vivir en esa criatura, yo existencialmente, mi vida, se transforma porque esa niña se interna en mi propia vida de una manera que me hace volver a sentirme con mayor plenitud en la existencia", explicó el poeta. Cecilia ha traído a Antonio Gamoneda "una especie de reconciliación con la vida", que en su caso, dijo, "no ha sido muy fácil".

Contenido patrocinado