El Prado y el Reina Sofía conmemoran en una exposición conjunta el 25 aniversario del regreso del Guernica a España

Europa Press Cultura
Actualizado: lunes, 5 junio 2006 13:50

MADRID, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Museo del Prado y el Museo Reina Sofia enfrentan las obras de Picasso a los grandes clásicos de la pintura para conmemorar el 25 aniversario del regreso del Guernica a España, los 125 años del nacimiento del pintor y el 70 aniversario del nombramiento de Picasso como director del Prado. Bajo el título 'Picasso Tradición y Vanguardia' los dos grandes museos nacionales acogen, del 6 de junio al 3 de septiembre, un centenar de obras del artista malagueño, algunas de ellas cedidas por importantes museos internaciones como los 'Tres Músicos' del Museo de Philadelphia, que no se exponía en Europa desde hace 40 años.

Esta exposición, coproducida por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) y la Fundación Winterthur, supone un recorrido por todas las facetas del pintor malagueño, reuniendo en salas contiguas del Museo Reina Sofía, cuadros como 'Los fusilamientos del 3 de Mayo', la 'Masacre en Corea' de Picasso y la 'Ejecución de Maximiliano' de Manet, acompañados por el buque insignia del Reina Sofía, el 'Guernica'.

Francisco Calvo Serraller, comisario de esta exposición junto a Carmen Jiménez, destacó el carácter "histórico" e "irrepetible" de esta exposición al poder observar una de las obras maestras de Goya, que probablemente nunca más vuelva a salir del Museo del Prado, enfrentada al Guernica y enmarcada junto a otros iconos contemporáneos de condena contra la violencia.

VENCEDORES MORALES

Para Serraller, todas estas obras proclaman que las "víctimas son las vencedoras morales" de todas las guerras y representan los diferentes modelos de guerras que han ocurrido a lo largo de la historia: guerras fratricidas, guerras coloniales, imperiales y el holocausto.

"Es una exposición excepcional y única que rompe moldes y es una demostración extraordinaria de la utilidad del arte", aseguró Calvo Serraller, para quien con esta muestra se pone de manifiesto, una vez más, que el arte "cambia pero no progresa".

El recorrido de la exposición que comienza en el Museo del Prado comprende todas las etapas del artista malagueño, desde su época azul y rosa pasando por el cubismo o la recuperación del clasicismo de la década de los veinte; su relación con el surrealismo; los difíciles años entre la Guerra Civil española y la II Guerra Mundial o su última faceta productiva, una de las más fértiles.

PRÉSTAMOS IMPORTANTES

Para este exposición conjunta se han logrado préstamos de los museos más importantes y las mejores colecciones del mundo. Instituciones como el Guggenheim, el Museo de Arte Moderno y el Museo Metropolitano de Nueva York, el Guggenheim de Venecia, la Tate Modern de Londres, el Museo de Arte de Cleveland, el Museo de Arte de Philadelphia, el Hermitage de San Petersburgo, el Museo Picasso de París y Barcelona, el Centro Georges Pompidou, o el Museo Berggruen de Berlín, entre otros, sin olvidar los prestamos de colecciones que sus responsables han cedido de forma "generosa" y "desprendida", según apuntó el director del Museo del Prado, Miguel Zugaza. Unicamente, "estrictas razones de conservación", explicó Zugaza, han impedido que otras obras maestras formen parte de esta exposición, que irá acompañada de un curso de Lecciones de Arte los días 6 y 27 de junio en el Reina Sofía y un amplio programa de actividades para todos los públicos en ambos museos.

La selección de obras de Picasso, que componen esta retrospectiva arranca en el Prado con el' Autorretrato con paleta' de 1906 del Museo de Filadelfia, realizado cuando Picasso tenía 25 años y culmina con el primer retrato de la serie de mosqueteros de 1967. La ordenación de la muestra sigue un riguroso orden cronológico. Pero este desarrollo cronológico queda interrumpido en el centro de la Galeria para celebrar el encuentro entre Picasso y Velázquez, con la serie que el malagueño pintó sobre las Meninas.

Como colofón de este diálogo, la muestra concluye con otros excepcionales ejemplos de la conexión del artista con los genios de la puntura moderna, como en 'Gran Desnudo' donde Picasso cita de forma directa a 'La maja desnuda' de Goya, o las versiones de algunas obras de los más importantes artistas franceses del siglo XIX como 'Las mujeres de Argel' según Delacroix (versión final) o 'El almuerzo campestre', según Manet.

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