MADRID, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
Francisco Nieva (Valdepeñas, 1924) relata en 'Catalina del demonio', publicado por Ediciones Irreverentes, las locuras que se hacen por amor. "He conocido mujeres como esta Catalina del demonio, locas por amor y víctimas voluntarias de un hombre", destacó el autor en la presentación de su obra teatral en la Real Escuela de Arte Dramático (RESAD).
'Catalina del demonio' es una obra en la que Nieva juega con el sainete y en la que los personajes que se distribuyen en la escena de la obra, son los propios de una comedia de costumbres. El típico estudiantón veterano, la frescura y la gracia canalla de los jóvenes estudiantes, la presencia de Catalina, amante ingenua, asesina y popular; el envaramiento distante de la aristocrática Dolores y Gorro, el amado, el silencioso, el que a todos seduce con su propio misterio.
El académico recupera la atmósfera de obras como 'El árbol de la ciencia' de Pío Baroja, o 'El hermano Juan' de Unamuno. De la primera toma el ambiente estudiantil de la Facultad de Medicina de la calle de Atocha de Madrid; de la segunda, el personaje del hermano Juan.
"Retrato un Madrid de principios del S.XX más verosímil que real, disfrazado de verosimilitud para dorar la píldora. En el fondo es un Madrid muy expresionista y muy crispado. Lo importante más que el decorado son los sentimientos que mueven a los personajes.", declaró Nieva.
ADAPTACIÓN AL CINE
"Esta obra, que se publica ahora pero que llevaba escrita veinte años, ha sido totalmente reescrita por Nieva para su edición y ha ganado mucho en madurez y en estilo. Ahora es una gran obra y creo que podría llevarse a escena con gran éxito", declaró el director de la RESAD, Juan José Granda.
El autor se plantea quién podría encarnar el papel de Catalina y ha pensado en alguna actriz como Blanca Portillo: "Creo que podría ser una gran Catalina. Hace falta una mujer de carácter". Para Nieva esta obra tiene mucho de transgresión e interpretarla supondría un reto especial. "El concepto de transgresión es inherente a la sexualidad, el fruto prohibido, el tabú. Ese tipo de transgresión en el teatro invita al público a una identificación y da resultados excelentes. Eso intriga al espectador de una forma instintiva", dijo.
Francisco Nieva que publicó en 1971 su primera obra, 'Es bueno no tener cabeza', cuenta en su haber con cuantiosos galardones que han premiado toda su carrera. En 1980 recibió el Premio Nacional de Teatro por la adaptación de la obra de Cervantes 'Los baños de Argel'. En 1986 fue elegido miembro de la Real Academia Española. Su versión de 'Manuscrito encontrado en Zaragoza', le proporcionó el Premio Nacional de Literatura Dramática y ese mismo año recibió el Príncipe de Asturias. En 1996 fue galardonado con la Medalla de Oro de las Bellas Artes.