Ida Vitale, sobre el machismo: "Es difícil tomar una actitud agresiva ante un problema que uno ve a distancia"

La poeta uruguaya Ida Vitale
La poeta uruguaya Ida Vitale - EUROPA PRESS
Publicado: sábado, 21 septiembre 2019 15:46

POLLENA (MALLORCA), 21 Sep. (de la enviada especial de EUROPA PRESS, Ana Costales) -

La poeta uruguaya Ida Vitale, que participa este sábado 21 de septiembre en una mesa redonda sobre su vida y obra dentro de la XII edición de las Conversaciones Literarias de Formentor, reconoce que el machismo existe, "más en unos países que en otros", pero considera "difícil" tomar una actitud "agresiva" ante él porque es un problema que "nunca" vió.

"Yo viví en una casa con muchos tíos y tías y siempre vi como más importantes a las tías porque eran maestras. A mí el tema del feminismo y el machismo nunca se me planteó; entonces es difícil tomar una actitud muy agresiva ante un problema que, de alguna manera, uno ve a distancia", ha apostillado en un encuentro con los medios con motivo de su presencia en las Conversaciones.

Vitale ha asegurado que su "ingreso al problema" se debe a su marido y su "etapa del café". "Mi marido me decía que hace falta estar en una rueda de café de hombres solos para darte cuenta de que existe el machismo. Pero, de todas maneras, yo el problema nunca lo ví", ha reconocido.

"Dado que no he estado envuelta en el tema del feminismo, creo que la cosa se vive, no se plantea. Creo que es tan malo tenerlo como plantearlo teóricamente porque si lo planteas así es porque estás reconociendo que hay un problema. Yo lo reconocí teóricamente, pero nunca lo viví", ha señalado.

En esta línea, ha subrayado que, en su opinión, Uruguay "siempre ha estado bastante libre" de machismo, a pesar de que nunca ha habido una presidenta, una tarea que considera "poco codiciable".

Por otro lado, la escritora, que en 2018 se hizo con el Premio Cervantes y el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, ha rechazado el término poetisa porque "el machismo que hubo en un tiempo lo llevaba al humor", un hecho que, a su juicio, ocasiona que la palabra poetisa "bajase un escalón" con respecto a poeta.

Así, Vitale ha explicado que antes los poetas en Uruguay eran "respetados" y estaban "mantenidos a distancia". "Hubo un tiempo en el que el poeta era una persona muy venerada, ahora un poeta puede ser un señor que está esperando al autobús en una esquina", ha bromeado.

La uruguaya ha afirmado que siempre supo para qué servía la poesía, a la que ha definido como "un repositorio, un lugar donde uno pone cosas que algún día pueden servir", al tiempo que ha destacado su pasión por la lectura desde niña porque, según ha asegurado, no tenía hermanos y era la "única cosa" que la entretenía. En este sentido, ha señalado que "era terrible" llegar a la noche y no haberse leído un libro.

Para la poeta, ganadora del Premio Reina Sofía en 2015, aquello que conmueve no son los poetas, sino la poesía y ha subrayado que "es difícil que uno se meta en un mundo a través de un poema", salvo que éste "aspire a un mundo real".

De este modo, ha explicado que en Uruguay, las personas interesadas en la lectura entraban en ese mundo gracias a la literatura española, ella concretamente con Benito Pérez Galdós, "que no tiene que ver con la poesía, pero si con el gusto por la novela".

De su relación como alumna-profesor con Juan Ramón Jiménez y José Bergamín en Montevideo, ha destacado que como poeta elije a Jiménez, pero asegura que "el maestro" es Bergamín porque, a su juicio, "era entrañabe y muy generoso" y "fue la persona que abrió más rumbos"

"Uno supone que para ser buen maestro hay que tomar curso y todo consiste en la soledad, la generosidad y la disponibilidad. En el mundo uruguayo las cosas se dividieron mucho, había gente que pensaba que era como una reconquista de España mandar a Bergamín, pero a través de él nos llegó lo mejor de España", ha apostillado.

"EL EXILIO ES UNA TINTA QUE TIÑE TODO DE MANERA MUY DISTINTA"

Por otra parte, Vitale, que ha vivido fuera de Uruguay en múltiples ocasiones, ha asegurado que el exilio es "una tinta que tiñe todo de manera muy distinta" porque, a pesar de que es una experiencia "que cambia a la gente para bien", siempre hay "un comienzo triste".

La poeta ha confesado que vivir en muchos lugares le producía una "constante melancolía" y una "pena por lo dejado". "Encuentras una experiencia nueva, pero mi psicología me hacía tener más pena por lo que deje que por lo que encuentre", ha apostillado.

En este sentido, ha indicado que el primer gran cambio que sufrió "fue tremendo" porque fue un impuesto por la entrada de los militares en Uuruguay, un país que, según ha explicado, "siempre ha sido antimilitar".

Así, ha comparado esta situación con la vivida actualmente en Venezuela, aunque opina que la experiencia militar uruguaya "fue más ligera y legítima porque fue contra un estado". "Maduro parece haber concentrado la misma falta de simpatía que los militares en Uruguay", ha constatado.

A pesar de las circunstancias de su vida, Vitale considera que cada cambio trajo consigo "cosas importantes y mucho agradecimiento" y sostiene que todo "es cuestión de que uno se adapte" porque la vida "a veces es más generosa y otras menos, pero lo malo también enriquece".

Por todo ello, la poeta ha asegurado que mantiene sus ganas de escribir pero que "con tanto trajín" necesita estar tranquila y ha adelantado que le queda "aún algo" por terminar de escribir.

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