Jesús Ferrero, Premio Anagrama de Ensayo

Siruela
Actualizado: lunes, 30 marzo 2009 17:17

BARCELONA, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -

El escritor Jesús Ferrero (Zamora, 1952) se alza con el XXXVII Premio Anagrama de Ensayo por 'La experiencia del deseo. Eros y misos', un trabajo sobre esa pulsión inherente a todo ser, desde la que cartografía la geografía de las pasiones. El finalista fue Agustín Fernández Mallo (La Coruña, 1967) por 'Postpoesía. Hacia un nuevo paradigma'.

El galardón, dotado con 8.000 euros, batió récord de candidatos en esta edición, con 101 manuscritos. El jurado, que otorgó el premio por mayoría, estuvo compuesto por Salvador Clotas, Román Gubern, Xavier Rubert de Ventós, Fernando Savater, Vicente Verdú y el editor de Anagrama Jorge Herralde.

Ferrero, que cosecha sobre todo la narrativa, se estrenó en el ensayo con este libro sobre las pasiones contemporáneas con la finalidad de "aclarar, no iluminar", porque cada época tiene sus pasiones. En la actual, apunta, predomina la melancolía que hace que "la mitad" de la sociedad pudiera estar "en el manicomio" si no fuese por los fármacos. En la población juvenil, la anorexia es la mayor pasión negativa desde hace una década, por lo que es moderna aunque hay trazos similares en el pasado, con los anacoretas, recordó.

El autor habla de las pasiones "claras y oscuras, las cohesionadoras y las disgregadoras", y, aunque las derivadas del odio ocupan más de la mitad del libro, "no tienen un estatuto diferente de las derivadas del amor". "El amor y el odio son los hijos del deseo, y no al revés", aclaró, y prosiguió el esbozo de la cartografía de las pasiones con las positivas y negativas que surgen de ellos: del amor surgen el amor a uno mismo (como narcisismo, arrogancia) y el amor a lo otro (como el fetichismo), mientras que del odio surge el que se proyecta a uno mismo (la anorexia, que ahora es una "pasión social", la depresión) y hacia los demás (misantropía, celos, asesinato, guerra).

Ferrero considera una "equivocación" plantear el deseo solo en relación al mundo amoroso, ya que es una "fuerza clarísima del deseo el querer matar a alguien, aunque sea en sueños". El análisis de esas pasiones a menudo está contaminado por la religión y las ideologías, aseguró el autor: "No tengo nada en contra de ellos, pero no me parecen lo mejor para acercarse a los sentimientos humanos", apunta.

Para documentarse, Ferrero echó mano de fuentes occidentales, aunque también lanzó su mirada a Oriente, pero huyendo de todo exotismo. "Hay mucha baratija", dijo acerca de los volúmenes de filosofía oriental, sobre la que Mallo coincidió en decir que actualmente hay "un empacho" de este tipo de escritura "mal traducida".

EL FINALISTA

Mallo, autor de la trilogía 'Nocilla' que ha dado nombre a toda una generación de escritores, llevaba años trabajando en 'Postpoesía. Hacia un nuevo paradigma', en el que mira a las artes contemporáneas -que ya están en la postmodernidad, dijo-- y en la ciencia para ver cómo la poesía podría encajar en un sistema de redes contemporáneas.

"La poesía tenía que cambiar; articular metáforas con imágenes más contemporáneas", remachó, y apuntó que su ciclo 'Nocilla' trata de aplicar todo eso al campo de la narrativa, que lo necesita menos "porque está más evolucionada". "Si nadie lee ya poesía es porque la poesía no es capaz de hablar con la sociedad; la poesía ha perdido la capacidad de hacer metáforas contemporáneas", aseguró Mallo que, no obstante, aclaró que este ensayo "no va contra nadie" ni da nombres propios "salvo de grandes clásicos" porque su intención es "construir, no destruir", y hacer "una pirueta" para llevar la poesía hacia un nuevo paradigma.

El poeta gallego --que se presentó bajo el pseudónimo de 'Dexter' porque cuando se presentó al premio estaba viendo un capítulo de esta serie en la televisión que le gustó mucho y es un "personaje de frontera" como muchos suyos-- aseguró que hay pocos poetas en España, y aún menos los que se ganan la vida con ella, por lo que "la única recompensa del poeta es el reconocimiento de sus colegas".