MADRID, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
Tres años después de publicar 'Tan cerca de la vida', Santiago Roncagliolo regresa con 'Óscar y las mujeres' (Alfaguara), una novela en la que el autor peruano afincado en Barcelona desgrana con humor las miserias de la masculinidad y la confusión con la ficción.
Este libro está encabezado por tres frases. La primera es de Aristóteles: "El arte imita a la vida". La segunda, de Óscar Wilde: "La vida imita al arte". La tercera, y "la única verdadera", según ha indicado el autor este martes en declaraciones a Europa Press, es de Woody Allen: "La vida imita a la televisión barata".
El protagonista de su nueva historia es Óscar, un guionista de telenovelas que se encuentra "más cómodo en el mundo que inventa que en la vida real", explica. Su novia de toda la vida lo abandona y él pierde por completo la conexión con su fuente de inspiración más cercana: la realidad.
Roncagliolo (Lima, 1975) retrata una masculinidad que "está fracasada". "El varón está en peligro de extinción, tiene el rabo entre las piernas porque no sabe qué hacer. El hecho de que la mujer exija cómo quiere vivir lo hace entrar en pánico", argumenta.
El autor de este relato cuenta que Óscar tiene "lo peor" de su persona: "Paranoias, obsesión, incapacidad para vivir en el mundo real". Sin embargo, añade que hace "todo el esfuerzo" para cambiar. "Me gusta hablar de lo que hacen las historias de amor con nosotros", cuenta.
De hecho, más allá de los detalles psicológicos, el escritor también es autor de varias telenovelas, una literatura que defiende, ya que también hay buenos y malos ejemplos: "Es nuestro único género, lo único que no hemos importado de Europa".
TELENOVELAS: "CREATIVIDAD DESCOMUNAL"
El tiempo que dedicó a escribir guiones para estas series de televisión le sirvió para mejorar su capacidad narrativa, ya que, según explica, "mantener la virginidad de una protagonista durante 120 capítulos exige una creatividad descomunal".
A diferencia del protagonista de su historia, Roncagliolo no tiene un productor que le exija nada y, si quiere, coloca a un "elefante rosado" en sus relatos o las inmoralidades que le apetezca. "Cuando hay mucho dinero involucrado es difícil ser libre", lamenta.
A pesar de que la ausencia de la figura de un productor, los premios en ocasiones si pueden presionar. "Cuando un libro va muy bien todos quieren que hagas 20 veces el mismo. Pero yo no puedo, mi manera de trabajar es cambiar mucho", apunta.
El autor de 'Óscar y las mujeres', Premio Alfaguara de Novela por Abril rojo', reside en Barcelona desde hace siete años, un tiempo en el que él también ha sido testigo de los cambios sociales que ha vivido el país y de la corrupción que se ha destapado durante los últimos meses.
En su opinión, Latinoamérica ha sido "más cínica" respecto a este tema, porque han dado "por sentado" la corrupción. Por ello, se siente en España como el "optimista solitario", porque cree que el país saldrá adelante, ya sea por la "presión social o de los mercados". Pero matiza: "Lo difícil será resolver la crisis de valores. Si no crees al Estado tienes que reconstruir todo".
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