El asalto de Muse a España: 24 conciertos en 15 años

British group Muse performs live in Barcelona
British group Muse performs live in Barcelona - ALBERT S. LLOP / DEMOTIX
Actualizado: miércoles, 4 mayo 2016 12:03

MADRID, 4 May. (EDIZIONES - David Gallardo) -

   La banda británica Muse regresa esta semana a España para ofrecer dos conciertos los días 5 y 6 de mayo en el BarclayCard Center de Madrid, con las entradas agotadísimas de manera fulminante en apenas unas horas, a razón de 15.000 por noche, y convertidos en líderes del rock del siglo XXI gracias a un cancionero tan diverso como fornido y a unos espectáculos faraónicos acordes a su grandilocuencia.

   En esta ocasión, Matthew Bellamy (voz, guitarra y teclas), Chris Christopher Wolstenholme (bajista y coros) y Dominic Howard (baterista y coros), con Morgan Nicholls como músico de apoyo en vivo, andan por el mundo presentando Drones, su séptimo disco, convertidos en una apisonadora de rock épico capaz de asolar el más pétreo de los estadios -pabellones en este caso- que se ponga en su camino.

   Pero la cosa era bien distinta hace 16 años, cuando el trío ofreció su primer concierto en España ante apenas un centenar de personas en el Doctor Music Festival el 21 de julio del 2000. Una de esas fechas que son ya mitología para los fans españoles de Muse, pues ahora todos hubieran deseado estar allí en tal primitivo recital, pero solo unos poquitos pueden lucir galones.

   Aquel Doctor Music Festival se celebró en la localidad asturiana de La Morgal de Llanera. Fue a una hora temprana, con su nombre en letras pequeñitas ilegibles y lejos de los grandes cabezas de cartel, Lou Reed, Beck, Ani DiFranco o Dover, entre otros. Apenas un centenar de personas les prestaron algo de atención y se desconoce los efectos que el concierto provocó en ellos, pero la semilla se diseminó sobre el prado asturiano a la espera de resultados futuros.

   La banda regresó en el mes de abril de 2001 para ofrecer dos recitales los días 23 y 24 en dos salas tan legendarias de Madrid y Barcelona como Arena y Bikini. El mismo día de su primer recital capitalino se acercaron a Prado del Rey para grabar una actuación de media hora para los Conciertos de Radio 3, ante apenas cincuenta agraciados -contando este evento gratuito a la par que exclusivo, serían 24 recitales en España en los mismos 16 años-.

   Menos de un mes después se acercarían al Parque de El Soto de Móstoles para participar en el Festimad de aquel año 2001. En esta visita el único disco de Muse en el mercado seguía siendo Showbiz, pues su segundo largo, Origin of Symmetry, no llegaría hasta julio de 2001. En octubre Muse volvería a España, en un año de incansable insistencia, para actuar el 13 de octubre en Razzmatazz y el día 15 en La Riviera, ya con ese nuevo álbum.

   Gracias al aumento de su popularidad y al empuje del notable, evocador y musculoso Origin of Symmetry, el trío se coló en agosto de 2002 entre la extensa oferta del Festival Internacional de Benicassim (FIB), disfrutando ya de un humilde baño de masas mientras preparaban el golpe de gracia que sería su siguiente álbum, Absolution.

AUMENTO DE POPULARIDAD CON ABSOLUTION

   Editado en septiembre de 2003, Absolution ahondaba en los sonidos de sus dos trabajos anteriores, pero más. Todo era más y más rimbombante y extremo. Canciones que aún hoy siguen siendo potentes clásicos de su repertorio, como Time is Running Out o Stockholm Syndrome, les abrieron a más público y en noviembre de ese mismo año reventarían La Riviera de Madrid (día 13) y la Razzmatazz de Barcelona (14), apuntando descaradamente hacia recintos más amplios.

   Este salto no se hizo esperar, pues en marzo de 2004 Muse volvería a España para tocar por primera y única vez en el Palacio de Deportes de Granada, el Palacio Vistalegre de Madrid y el Velódromo de Anoeta. No agotaron entradas en todas las fechas y su propuesta estaba lejos de la demencia escénica que les ha hecho célebres, aunque ya apuntaban una clara ambición audiovisual a punto de desparramarse.

   Asimismo, demostraron que sus canciones se movían cómodas en grandes espacios, gracias a su épica, su potencia y la respuesta entusiasta de un público cada vez más mayoritario. El 16 de julio tendrían otra fecha ese año en España en Santiago de Compostela, dentro del Festival Xacobeo, una nueva pica en Flandes, una nueva grieta en el muro de una presa a punto de estallar en millones de añicos.

   En octubre de 2006 Muse se la jugaron con grandes pabellones de más aforo, como el BEC de Bilbao, el Palacio de los Deportes de Madrid y el Olímpico de Badalona. Llegaban presentando su cuarto disco, Black Holes and Revelations, y aunque lograron congregar a una numerosa y entusiasta parroquia, lo cierto es que aún no agotaron las entradas. A pesar de todo, ya cerraban sus actuaciones con Knights of Cydonia, la banda sonora perfecta para invadir Polonia y que resume sus ansias de dictatorial dominación mundial.

LA DOMINACIÓN MUNDIAL

   Y la dominación llegó. Los conciertos de noviembre de 2009 en el Palau Sant Jordi de Barcelona (24) y el Palacio de los Deportes de Madrid (28) mostraron a un trío que había experimentado un súbito crecimiento gracias a su quinto álbum, The Resistance, y a un original montaje escénico basado en tres enormes torres que situaban a los músicos varios metros por encima del respetable.

   El éxito de Matthew Bellamy y los suyos ya era a estas alturas planetario. Y sustentado en el trabajo constante y en un cancionero que fue ganando consistencia e intención a lo largo de los años. En España, el salto definitivo llegó de manera natural tras haber ido pasando por todos los recintos habidos y por haber, ganando adeptos con pasmosa naturalidad. Un camino con mimbres, vaya.

   Así las cosas, el 16 de junio de 2010 se plantaron en el Estadio Vicente Calderón de Madrid ante unas 40.000 personas. Vale, no se llegó al lleno con 55.000, pero los asistentes quedaron patidifusos con aquel escenario presidido por una mastodóntica pirámide multimedia y que hacía a Matthew, Dominic y Chris diminutos y enormes al mismo tiempo.

   No conformes con lo conseguido, tan codiciosos e insaciables como de costumbre, el trío de Devon aún regresó ese mismo verano de 2010 para repetir en el Monte do Gozo de Santiago de Compostela, de nuevo con la excusa del Xacobeo, ante 25.000 fans entusiastas. Un concierto de esos con aroma a clásico estival a norteño recuerdo generacional.

LEYES TERMODINÁMICAS Y TEORÍAS CONSPIRATIVAS

   The 2nd Law, el sexto disco de Muse, llegó en octubre de 2012 con Supremacy como principal single, con su heróica mezcla de Queen y Manowar, con pirotecnia y coros apocalípticos. Pero también había evolución hacia la electrónica y el drum n' buss, con piezas delicadamente pop como Madness. La presentación oficial del 20 de octubre de 2012 en el BarclayCard Center de Madrid tenía mucho de eso, con un montaje desbordante que contaba incluso con una pirámide invertida que terminaba engullendo al grupo (al más puro estilo The Wall de Pink Floyd, a la manera de Muse).

   Con su gira más faraónica y dinosáurica, Muse se plantaron una magnífica noche del 7 de junio de 2013 en el Estadio Olímpico de Barcelona para jolgorio de los 35.000 asistentes, que presenciaron uno de los espectáculos de música en vivo más apabullantes de la temporada. De nuevo otro gran recinto se le resistía al grupo en España, pues quedaba lejos de estar completo, algo curioso, pues en el resto del planeta llenan con más facilidad... y quizás en Madrid sí lo hubieran conseguido.

   En junio de 2015 llega su séptima entrega discográfica, Drones, presentado por el grupo en diversos festivales, siendo el Bilbao BBK Live el punto de encuentro con sus fans españoles el 11 de julio, en una velada tan fría en lo atmosférico como oscura (acorde con la imagen del grupo en ese momento) puede ser la vida un mundo gobernado por máquinas sin sentimientos. 40.000 personas casi hunden Kobetamendi, en cualquier caso, repleto hasta las costuras de demencia por la banda.

   Y así llegamos a 2016, con el grupo de nuevo girando por el mundo con un montaje propio a lo grande, con un escenario 360 grados plantado en el centro de la pista, con grandes pantallas y todo tipo de efectos que no es cuestión de desvelar en plan spoiler cuando tan poco queda para su materialización en Madrid este jueves y este viernes. Han pasado tres lustros desde su primera visita y lo más estimulante es que las sorpresas nunca cesan. Eso Muse -que en julio volverán al FIB- no lo tolerarían.