MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los gobiernos de todo el mundo necesitan mejorar la cooperación con la industria en la lucha contra la piratería musical. Concienciación social y la correcta aplicación de las leyes son las claves para combatir este delito en todo el mundo. Esta es la principal conclusión de la Conferencia Mundial Anti-piratería organizada en Madrid (del 7 al 9 de Junio) por IFPI, la representación mundial de la industria discográfica, y su representante en España, PROMUSICAE.
Aunque el balance económico sobre las pérdidas que la piratería ha provocado el pasado año a escala mundial se presentará el próximo 27 de Junio, al cierre de las jornadas, la industria musical presentó sus primeras conclusiones sobre la situación.
A lo largo de esta Conferencia se puso de manifiesto que aunque no se puede olvidar la piratería física, (en el mundo se estima que hay más de dos billones de lectores de CD) la piratería en internet ha experimentado un "crecimiento dramático".
En este marco se analizaron los múltiples desafíos que la industria de la música afronta actualmente, en los que la piratería musical no es sólo física sino también un fenómeno digital, con websites piratas ofreciendo descargas ilegales e intercambio de archivos mientras discos falsificados continúan a la venta en las calles y cada vez más en bares y restaurantes.
La explosión en el crecimiento de la banda ancha a nivel mundial (más de un 26% sólo en 2005), significa que nunca ha sido tan fácil para millones de personas descargar música, ya sea legal o ilegalmente. Por su parte, China abre un enorme mercado potencial, pero a la vez, inunda el mercado de discos piratas con su gran capacidad de manufactura barata.
La Conferencia analizó experiencias de trabajo en México y España que demuestran cómo la colaboración entre la industria y los organismos públicos, permiten poner en práctica nuevas estrategias en la lucha contra la piratería. En México, se consiguió que las autoridades retiraran la licencia a numerosos puestos ambulantes que vendían copias ilegales y se reconvirtieron en distribuidores legales a muchos otros vendedores ambulantes. En España, las calles de Madrid se vieron libres de manteros por primera vez en una década, gracias a la colaboración de Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Municipal y departamento de Aduanas en una operación sin precedentes. Estos programas han sido elegidos como modelo de actuación en otros países.
INCAUTACIÓN DE BIENES
Una de las más recientes armas en la batalla contra la piratería musical, es el creciente interés que los Gobiernos han mostrado en los programas de incautación de bienes. En el Reino Unido, se aprobó recientemente una ley por la cual, el Ejecutivo, en determinadas circunstancias, puede exigir a los ciudadanos portadores de más de 5.000 libras en efectivo, que aclaren su procedencia, procediendo a su incautación en caso de no poder justificar que dicha cantidad ha sido obtenida legalmente.
Los servicios aduaneros están siendo igualmente innovadores a la hora de combatir la piratería musical. La conferencia estudió la experiencia de Hong Kong, basada en una estrategia de vigilancia constante sobre los almacenes de distribución de productos supuestamente ilícitos.
En Holanda, los agentes anti-piratería, visitaron los domicilios de los piratas que actuaban en la red invitándoles a cooperar con la policía y a cejar en su actividad antes de iniciar acciones legales contra ellos, estrategia que permitió desmontar numerosas redes piratas y de craqueo de códigos de seguridad con gran rapidez.
PIRATERÍA Y CRIMEN ORGANIZADO
En todos los países la piratería y el crimen organizado van asociados a blanqueo de capitales, tráfico de drogas, explotación de personas... Numerosos consumidores desconocen aún que la piratería está dirigida por las redes del crimen organizado que reinvierten estas ganancias en el resto de sus actividades criminales.
La industria necesita comunicar más eficazmente los peligros de la música pirata y la gravedad del problema que afecta a todo el conjunto de la sociedad y pone en peligro el sector de la creación cultural.
En el marco de esta Conferencia Mundial se acordó que los programas de formación y concienciación deberían continuar y extenderse a nuevos países. En este sentido, la industria desarrolla programas que van desde las guías para padres a consejos para las empresas sobre cómo asegurar que sus empleados no utilicen la estructura informática de las mismas para fines ilegales.
Hubo un amplio grado de consenso sobre la necesidad de incrementar la cooperación de los gobiernos y la industria en estos programas de concienciación y la correcta aplicación de las leyes, para lo cual IFPI continuará prestando su colaboración en esta línea en todo el mundo.
RESPETAR LAS REGLAS DE JUEGO
En la Conferencia se habló también de los nuevos caminos que está emprendiendo la industria musical. Las industrias de los contenidos apuestan claramente por internet como el nuevo y pujante canal de distribución y han digitalizado su repertorio y apuestan por él para nuevos lanzamientos y nuevos modelos de comercialización, pero para ello deben respetarse las reglas de juego y permitir un modelo legal que retribuya a todos los componentes de la cadena de valor de la música y que permita mantener, en palabras de John Kennedy, "el circulo virtuoso de inversión, beneficio, reinversión, que es lo único que garantiza la aparición de nuevos talentos".
Para Antonio Guisasola, presidente de PROMUSICAE, "es importante que en España las autoridades públicas se hayan concienciado del problema que supone la piratería musical, pero hasta ahora, los únicos pasos efectivos se han dado en el ámbito de la piratería física. Agradecemos y alabamos esta actuación, pero es evidente que el ámbito que con más urgencia reclama ahora un compromiso de los poderes públicos y del conjunto de la sociedad, es el de la piratería en Internet y ahí los resultados no son nada alentadores. Internet es uno más de los canales de distribución de la música en nuestro país".
"Existen ya numerosas tiendas on-line y en ellas está presente prácticamente todo el repertorio disponible. Sin embargo, en España este mercado no está creciendo como en el resto de Europa. La razón es sencilla: no hay ninguna conciencia social de que los programas P2P sean ilegales y estos se utilizan como reclamo para la extensión de la banda ancha en nuestro país. Evidentemente este no es el camino. Claro que queremos banda ancha en España, pero con contenidos legales y de calidad. Lo contrario es rapidez a cambio de basura, virus y destrucción de las industrias creativas", agregó Guisasola.