'La Folía' de San Vicente de la Barquera vive su día grande

Fiesta de La Folía de San Vicente de la Barquera
Foto: AYUNTAMIENTO DE SAN VICENTE DE LA BARQUERA
Actualizado: lunes, 5 mayo 2014 10:07

SAN VICENTE DE LA BARQUERA, 4 May. (EUROPA PRESS) -

   San Vicente de la Barquera ha congregado a "miles" de visitantes en La Folía, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional que vivió su día grande este domingo, 4 de mayo, con la procesión de la Virgen de la Barquera a hombros de los picayos y la tradicional peregrinación marítima.

   Este domingo se celebrarpn los actos que "marcan" el carácter de la villa en esta fiesta, una de las veintidós fiestas que en Cantabria han sido declaradas de Interés Turístico Nacional, y constituye el evento más importante del municipio, junto con San Vicente Mártir (22 de enero), El Carmen (16 de julio), y La Barquera y El Mozucu (8 y 9 de septiembre).

   La tradición cuenta que la Virgen llegó a aguas de la ría a bordo de una barca sin tripulación, ni velas, ni remos, ni timón, en un martes de Pascua y, desde entonces, la denominan Virgen de la Barquera y en conmemoración de aquel día se celebra La Folía, que atrae cada año a miles de visitantes.

   Los actos del día grande arrancaron a las 12.00 horas con una misa solemne cantada por la Coral Barquera, a la que siguió la actuación de la Escuela Municipal de Folclore en la Plaza y calles del pueblo.

   Ya a las 18.30 horas los picayos llevaron sobre sus hombros a la Virgen de la Barquera, en una procesión multitudinaria precedida por la banda de cornetas y tambores, desde la iglesia de Santa María de los Ángeles, construida entre los siglos XIII y XVI, y situada en la parte alta amurallada, hasta el Muelle Viejo.

   Antes de embarcar tuvo lugar la tradicional ceremonia de las picayas, que constituye "un episodio muy significativo de la fiesta", en el que dieciséis muchachas que acompañan a la Virgen, cantan y tocan sus panderetas con ritmos muy precisos.

   Las picayas aprenden los cantos, pasos y ritmos durante meses, con clases diarias, desde la finalización del carnaval hasta justo antes de La Folía.

   Ellas cantan 'Oh, qué será ese reflejo' ante miles de personas, junto al muelle. Estos ceremoniosos cantos son escuchados en silencio por miles de asistentes, y constituyen "uno de los momentos más emotivos de la fiesta".

   Tras las picayas se celebra  la peregrinación marítima, embarcando a la Virgen en el pesquero 'Justo Lecue', escoltado por decenas de embarcaciones repletas de vecinos, que hicieron sonar sus bocinas, fundidas con los cánticos marineros.

   Los barcos salieron brevemente de la boca de la ría, virando después lentamente en el contraluz del atardecer, con las cubiertas abarrotadas de peregrinos, trazando un amplio giro que concluyó en el muelle pesquero.

   El último tramo se realizó a pie, con la Virgen de la Barquera siempre escoltada por picayos, picayas, banda, autoridades y vecinos, hasta el santuario de La Barquera, un templo a la entrada del puerto del que se tiene la primera referencia escrita en el siglo XV.

   A partir de las 21.30 horas la fiesta continuó con romería y verbena en la plaza.

   La fiesta contó con la asistencia de la vicepresidenta y consejera de Sanidad y Servicios Sociales, María José Sáenz de Buruaga, y el consejero de Innovación, Industria, Turismo y Comercio, Eduardo Arasti, acompañados por el alcalde de San Vicente de la Barquera, Julián Vélez, el obispo de Santander, Vicente Jiménez, así como por alcaldes de la comarca, diputados regionales y nacionales y miembros de la Corporación barquereña.