Baloncesto.-Corbacho dice que el Rey está "por encima de un momento de abucheos", pero Anasagasti se alegra de la pitada

Actualizado: lunes, 22 febrero 2010 18:08

MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, afirmó hoy que la figura del Rey está "por encima de un momento de abucheos" como el que vivió ayer en la final de la Copa de baloncesto y recalcó que don Juan Carlos, que estuvo acompañado en el palco junto a doña Sofía, goza de la admiración y el respeto de la "grandísima mayoría" de los ciudadanos de España.

Tras participar en una jornada sobre igualdad salarial organizada por el PSOE en el Congreso, el ministro fue preguntado por los abucheos de ayer en Barakaldo (Vizcaya) ante la presencia del Rey y los acordes del Himno Nacional en los momentos previos a la final de la Copa del Rey de baloncesto, que enfrentaba al Regal FC Barcelona y al Real Madrid.

"No tengo ningún comentario que hacer --señaló--. Creo que la figura del Rey está por encima de un momento de abucheos. El Rey ha prestado grandes servicios a este país y en consecuencia goza de la admiración y el respeto de la grandísima mayoría de las ciudadanas y los ciudadanos de este país".

ANASAGASTI HABRÍA LLEVADO UNA TROMPETA.

Por el contrario, el senador del PNV Iñaki Anasagasti mostró hoy su "alegría" por el hecho de que en Euskadi se pite "cada vez más" al Rey e incluso llega a reconocer que si, ayer hubiera estado en el partido, habría llevado una trompeta de "2.000 megavatios de potencia" para mostrar su rechazo al Monarca. "No se ha dado cuenta su graciosa Majestad que esto cada vez va a más?. ¿Por qué será?. Me alegro", concluye.

En su página personal de Internet, que recoge Europa Press, Anasagasti argumenta su alegría por la pitada en la convicción de que la Monarquía es una institución "no democrática" y en unas supuestas declaraciones de Don Juan Carlos apostando por un cambio de gobierno en Euskadi y por la derrota de Juan José Ibarretxe: "Y eso, señores de la Zarzuela, no lo vamos a perdonar porque aquello fue una gravísima injerencia en los asuntos vascos, una patada al lehendakari y una mentecatez".