MENORCA, 9 May. (EUROPA PRESS) -
El escolta del Real Madrid Sergio Llull se ha mostrado "orgulloso" al recibir la noticia de que el Menorca Bàsquet le rendirá un homenaje en el partido que enfrentará a ambos equipos el próximo domingo en la última jornada de la fase regular de la ACB.
"Sin duda es un motivo de alegría, me hace sentir orgulloso del club de mi tierra. Es una situación que sueñas de pequeño y seguro que será un momento muy emocionante ante tanta gente que me conoce", expresó el jugador.
Además, bromeó porque se le rinda un "primer homenaje, ¡tan joven!", a sus 23 años: "Para mí es una motivación más para seguir trabajando, para crecer e intentar llegar lo más lejos posible".
El menorquín aprovechó también para lamentar el descenso del club de su tierra, considerando que "merece estar en la ACB" y pidiendo apoyo para que pueda regresar a la elite lo antes posible: "Ha demostrado durante estos años un nivel suficiente en todos los ámbitos, el apoyo de toda la gente y, sobre todo, una afición que por encima de todo ama el baloncesto".
"Hay que fortalecer un proyecto que tiene vida, que se puede mantener y que genera ilusión en Menorca a través del baloncesto. El club sabe hacer frente a todas las situaciones y se tiene que mantener esta capacidad de convocatoria de gente de toda la isla que tiene el Menorca Bàsquet", recalca, en palabras al web del club insular.
Además, cree que el club se ha convertido en una seña de identidad de Menorca que "era conocida por el sol, las playas y sus fiestas y ahora también lo es por el Menorca Bàsquet".
"Hay que mantener la ilusión por el proyecto. Hay que tomar conciencia de las posibilidades deportivas, los objetivos reales del equipo, pero hay que mantener la llama de la ilusión entre una afición que el equipo necesita siempre a su lado", instó.
Así, "agradecido" porque recibir este premio "al trabajo bien hecho", aprovechó también para recordar sus inicios en la cantera de La Salle Maó. De hecho, su propio padre sentó las bases del actual Menorca Bàsquet en 1997 con el ascenso a la LEB. "He tenido la suerte de ver jugar a mi padre, después como presidente ... Ya desde pequeño iba siempre con un balón a todos los lugares. En la escuela no veía el momento de salir para ir a entrenarme", rememora.
"Me quedaría corto, entrenadores, compañeros... todos me han marcado un poco. Pero los que siempre han estado allí han sido mi padre, mi madre y mi hermano, en los buenos y no tan buenos momentos. Siempre preparados para apoyarme y animarme a seguir adelante".
También recuerda a Tisi Reynés, "un espejo para todos los jóvenes de Menorca que han jugado a baloncesto". "Fue el primero en dar el salto a la ACB y de quien se puede aprender mucho. Yo intento dejarme la piel en la pista, ir al 100%, pero con mucha humildad y poco a poco", explica Llull.
Ahora él no duda en ser "bandera" de su "tierra". "Paseo Menorca por donde vaya. Cuando voy a la selección estoy orgulloso de ser menorquín", asegura.