Sarunas Jasikevicius, en su etapa como jugador del FC Barcelona - FCB - Archivo
BARCELONA, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
Se acabó la espera y, por fin, muchos aficionados blaugranas que anhelaban su regreso están de celebración; Sarunas Jasikevicius ya es nuevo entrenador del Bara y lo será, si nada se tuerce, durante las próximas tres temporadas para buscar, desde el banquillo, la Euroliga que ya ganó como jugador y que, junto a su carácter, le valió para ganarse el cariño de los 'culés'.
El lituano, a sus 44 años, aterriza en Barcelona cargado de energía y con muchos retos por delante. Esa Euroliga sería la gran meta final, pero primero deberá dejar atrás este año en blanco que ha supuesto la marcha anticipada de su predecesor y anterior técnico en Can Bara, Svetislav Pesic. 'Saras' aprendió de él cosas y, ahora, con la experiencia adquirida en Kaunas, deberá ponerlas en liza para mejorar a su antiguo maestro.
De Jasikevicius se espera que saque lo mejor de cada uno de sus jugadores. Lo hizo en un Zalgiris al que llevó, contra todo pronóstico, a la 'Final Four' de la Euroliga de 2018 para ser el tercer mejor equipo de Europa. Y, en esa plantilla, contaba con Brandon Davies, pívot espectacular al que le sacó todo el jugo posible y que en el Bara ha ido de más a menos.
A su llegada, el técnico aseguró que tenía calidad en su 'roster', con Nikola Mirotic dispuesto a demostrar que eligió Barcelona y dejar la NBA para lograr éxitos, con un Thomas Heurtel ya recuperado y la posible llegada de una segunda estrella, como Nick Calathes, para apuntalar este ambicioso proyecto que, en la banda, tendrá a un héroe.
El amor que siente el barcelonismo por Sarunas Jasikevicius nace en 2003, cuando, siendo anfitrión, el Bara conquistó su primera Euroliga. Con un Palau Sant Jordi lleno hasta la bandera, la fiesta fue completa. Pesic al mando, Bodiroga como principal estrella y Jasikevicius como héroe sentimental. En la final, sólo 8 puntos. En aquella temporada y en las siguientes, ladrón de muchos corazones.
Como jugador, cerró con aquella Euroliga su primera etapa en el Bara (2000-2003). Se marchó al Maccabi Tel Aviv y conquistó las dos siguientes Euroligas, y ganaría una cuarta con Panathinaikos. Fue uno de los mejores bases del 'Viejo Continente' y optó, en 2012, por regresar al Palau Blaugrana para una segunda etapa, de una temporada, en la que ganó una Copa del Rey. "Me llamaron Bara y Madrid, sólo contesté a uno", aseguró en su vuelta a la capital catalana.
Su huella se notó también cada vez que, como entrenador de Zalgiris Kaunas, visitaba el Palau. Ovaciones antes y después del partido fuera cual fuera el resultado. Y, en el marco de sus visitas, crecían las peticiones para verle entrenando al equipo. Cuando Georgios Bartzokas o Sito Alonso fracasaron, mucho pidieron a Jasikevicius. Llegó Pesic, como parche, y su buen hacer ganando dos Copas y devolviendo la fe alargaron su periplo. Ahora, no obstante, ya es la 'hora Saras'.
Un fuerte carácter, una energía imparable, un carisma que transmite a sus jugadores y un baloncesto moderno a las antípodas del de Pesic. Todo esto puede prometer un Jasikevicius que tendrá una gran plantilla, todo el apoyo posible y tres años para llevar a buen puerto, seguramente con mucho poder en sus manos, este ambicioso proyecto que se estrenó en blanco. Color que 'Saras' detesta y que intentará alejar de su Palau Blaugrana.