El Real Madrid se juega el pase a la final de la Uleb en su peor momento

Actualizado: martes, 20 marzo 2007 9:42

MADRID, 20 Mar. (EUROPA PRESS)

El Real Madrid disputa hoy (20:00 horas/Telemadrid) su partido más importante de la temporada obligado a salir de su bache de juego y resultados y ganar al Unics Kazan por al menos ocho puntos para superar la derrota encajada en la ida (76-69) y meterse en la ansiada final de la Copa Uleb del próximo 10 de abril en Charleroi.

Los blancos, que desde la Copa del Rey no han vuelto a ser el mismo equipo sólido y brillante de principios de temporada, siguen sumidos en su crisis de marzo, pero un nuevo tropiezo hoy ya no sería reversible, como sí pueden serlo los anteriores.

Tres derrotas consecutivas, otros tantos tropiezos seguidos en la ACB, y sólo un triunfo en los últimos cinco encuentros, han encendido las alarmas en los blancos, que hoy deben apelar a sus mejores números para conseguir levantar el vuelo y clasificarse para la ansiada final.

El Gran Canaria acabó con la condición de invicto de Vistalegre, donde los blancos no han perdido ningún encuentro europeo y a ello se aferran los madridistas, que confían en que su público les lleve en volandas a la final.

Joan Plaza pide "jugar el partido con tranquilidad y sin ansiedad", sabedor de que lo importante es acabar con una victoria por ocho puntos o más y que hay 40 minutos por delante para doblegar a un equipo al que ya se derrotó con claridad en casa en la primera vuelta (77-61) después de haber caído también en Kazan, entonces sólo por cuatro 100-96, en la prórroga.

"Es el más importante de la temporada, y eso lo sabemos todos en el equipo, desde el primero hasta el último", avisa el entrenador de los madrileños, que no quieren tomar los partidos anteriores como referencia y piensan sólo en ganar.

Sin embargo, sí pueden quedarse con que, pese al mal partido jugado en Kazan, el equipo, que perdía de 20 puntos a cuatro minutos del final supo volver a meterse en la eliminatoria, y no tirarla por tierra, recortando la distancia, gracias a la magnífica labor de Charles Smith y Felipe Reyes.

Ellos dos, prácticamente solos, sostuvieron a los madridistas, que confían en la recuperación de Louis Bullock, la pieza fundamental en su engranaje y que se encuentra sumido en un extraño bache que le dejó con sólo un punto en su haber en el duelo de ida (con 0/10 en tiros de campo) y con apenas dos canastas en el clásico del sábado donde cosecharon un nuevo traspiés el sábado.

Su aportación se antoja decisiva sobre todo para un choque como el de mañana, en el que de nuevo no estarán Varda, Hamilton y Milic, y en el que sólo vale la victoria para acercarse al primer título de la temporada y mantener el sueño del doblete, aunque el Tau le haya empatado al frente de la ACB.

EL UNICS CONFÍA EN MANTENER SU RACHA Y METERSE EN LA FINAL

Por su parte, el Unics Kazan, a pesar de que dejó escapar 20 puntos de ventaja que le hubieran dado la clasificación virtual, confía en mantener la buena racha que le ha llevado a situarse a sólo un paso de la final.

Una derrota por incluso seis puntos le llevaría a Charleroi, confirmando su gran campaña, en la que sólo ha perdido tres partidos en la primera fase, los mismos que el Real Madrid, ya que ha ganado con solvencia a Hemorfarm y Montepachi en las rondas anteriores con contundentes victorias en casa y triunfos a domicilio.

El triunfo ante los italianos, uno de los grandes favoritos al título, confirmó sus opciones y ya en la ida dejaron claro que, pese a su 'juventud', ya que apenas llevan diez años en la máxima categoría, se han consolidad como uno de los grandes de Rusia y quieren hacerlo de Europa.

Segundos en la competición doméstica, amenazando el dominio del CSKA de Moscú, buscan mañana su séptima victoria consecutiva en la competición europea para meterse en la final, donde les esperaría el ganador del duelo entre el Lietuvos Rytas, que se impuso 78-67 al BC FMP en la ida.

Para ello, volverán a encomendarse a la labor de los gemelos Lavrinovic, sobre todo Darjus, incluso más sólido en la pintura que su hermano Kristof, sin olvidar la labor de su director de juego Jerry McCullough y el trabajo de jugadores como Jaron Stevenson, Saulius Stombergas o Egor Meshcheryakov.