MÁLAGA, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Unicaja de Málaga encara mañana el segundo partido del 'Top 16' con la intención de consolidarse en la cabeza de su grupo, aprovechando la doble circunstancia de tener enfrente a un rival teóricamente asequible, como es el Aris de Salónica, y de contar con el apoyo de su propia afición que, como siempre, convertirá el Pabellón Martín Carpena en un 'infierno verde'.
Los cajistas son líderes del Grupo G, merced a su victoria (77-69) en la jornada inaugural de este 'Top 16' frente a la Benetton, mientras que los griegos son antepenúltimos, después de perder la semana pasada ante el Dynamo de Moscú por doce puntos.
De hecho, el conjunto heleno, pese a ocupar la tercera posición en su campeonato doméstico, por detrás de Panathinaikos y Olympiacos es de los más flojos del grupo, aunque cuenta en sus filas con jugadores de calidad contrastada y que, además, conocen perfectamente al cuadro malagueño como Giannoulis, un pívot que ya rindió a un gran nivel durante su estancia en Málaga.
Tampoco se puede olvidar la presencia del escolta internacional Giorgos Sigalas, toda una referencia para el Aris. Pero nada de eso puede ocultar la evidente diferencia de potencial entre uno y otro equipo, que se decanta claramente del lado andaluz.
Además, los de Sergio Scariolo han sabido reponerse al revés moral encajado con la eliminación, a las primeras de cambio, en la Copa del Rey, y vienen de obtener un triunfo solvente frente al Real Madrid en ACB. Por lo tanto, el Unicaja parte como claro favorito no sólo para vencer mañana, sino también para concretar una marca histórica y plantarse, por primera vez, en el 'play off' de cuartos de final previo a la 'Final Four', aunque todo ello pasa por superar al Aris.
