MADRID, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
El ciclista británico y ganador de Tour de Francia 2013, Chris Froome, ha declarado que la victoria en la ronda gala "no va a cambiar nada" su vida ya que tiene claro sus orígenes en los que empezó por "las carreteras polvorientas de Kenia" y ahora se encuentra con el maillot amarillo de la "carrera más hermosa del calendario ciclista".
"Todo el mundo me dice que esta victoria me va a cambiar la vida, pero mi deseo, sinceramente, es que no cambie nada. Empecé a rodar al manillar de una bicicleta de montaña por las carreteras polvorientas de Kenia y aquí estoy, luciendo el maillot amarillo del Tour de Francia, la carrera más hermosa del calendario ciclista", afirmó.
Froome manifestó que espera que sus mejores días estén todavía por llegar. "Tengo 28 años y, en mi opinión, la mayoría de los ciclistas viven sus mejores años a principios de la treintena. Me encantaría volver para aspirar al título tantos años como pueda, mientras me acompañe la motivación", declaró tras el final de la edición centenaria del Tour este domingo en París.
El ciclista natural de Kenia expresó cómo se desarrollaron las tres semanas de competición para su equipo y recordó cuál fue su mejor y peor momento durante su Tour. "Hemos tenido la suerte de vivir una bonita batalla todos los días, cortesía de los vientos laterales, la lluvia y las montañas. El equipo ha rodado con mucha presión. Hubo una jornada en que terminé la etapa solo, pero el resto de los días me han acompañado de principio a fin. En este Tour hemos visto de todo, lo cual convierte esta 100ª edición es una carrera excepcional", indicó.
"El momento más bonito, la ascensión al Mont Ventoux y, más concretamente, el momento en que ataqué para imponerme en la cumbre. Mi peor momento este año fue probablemente en Alpe d'Huez, cuando me dio la pájara. Es una sensación horrible. Las personas que practican deportes de resistencia saben a qué me refiero: ¡sentir que se te acaba la "gasolina" a falta de 5 kilómetros de ascensión! Mentalmente es muy duro. Tengo que dar las gracias a mi compañero de equipo Richie Porte, que me acompañó en ese momento y me dio los ánimos que necesitaba", continúo reconociendo.
El ganador del Tour de este año empezó a creer en su victoria en las grandes carreras con el segundo puesto en la Vuelta España de 2011. "La primera vez que pensé que podría destacar en una clasificación general de grandes vueltas fue en la Vuelta a España. Antes de la Vuelta, me parecía muy difícil rendir al más alto nivel de forma regular. Tenía algunas jornadas muy buenas, pero no lograba garantizar la continuidad. En cambio, en la Vuelta 2011, lo conseguí y eso me dio mucha confianza", reconoció.
Por último, Froome tuvo unas palabras en las que espera que su victoria sea un ejemplo para los ciclistas keniantas. "Sé que los corredores que conozco en Kenia van a celebrar esta victoria con una bonita salida de 200km, atacando como acostumbran a hacerlo. Espero que mi actuación inspire a muchos jóvenes africanos. Si pudiera ser un ejemplo para ellos, sería fantástico. La experiencia me dice que si se quiere algo y se trabaja duro, es posible conseguirlo. Ahora, sin embargo, pienso en el presente", concluyó.
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