Alberto Contador acude a la presentación del recorrido
MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
Una nueva edición del Tour de Francia, la de 2008, se presentará mañana en París, en un acto que contará con la presencia del último campeón, el español Alberto Contador, y en el que se conocerá el recorrido que conducirá a los corredores desde la Bretaña francesa hasta París entre los días 5 y 27 del próximo mes de julio.
Trece años después, la 'Grande Boucle' repite salida desde la hermosa Bretaña francesa, tierra de kilómetros de costa y acantilados, y que ya acogió el inicio de la edición de 1995, la última del pentacampeón español Miguel Indurain.
De hecho sólo grandes en la historia del ciclismo se han coronado en París cuando la ronda gala comenzó en la región de Bretaña, hasta el momento en cinco ocasiones. A Indurain le acompañan en una excelsa nómina Coppi (Brest, 1952), Anquetil (Brest, 1974), Merckx (Plumelec, 1985) e Hinault (Saint-Brieuc, 1995).
Contador apostará fuerte por unirse a tan sobresaliente cartel, y la organización juega sus bazas en este sentido porque debería aumentar las llegadas en alto -sólo tres el pasado año- y quizá reducir los 117 kilómetros contrarreloj de la última edición.
Y empieza bien porque, por primera vez en cuarenta años, la edición de 2008 no comenzará con el tradicional prólogo y sí con una etapa en línea, apta para los esforzados jornaleros de aventuras solitarias o en su caso para la sobresaliente potencia de los velocistas.
OBLIGATORIEDAD DEL 'PASAPORTE BIOLÓGICO'.
Las tres primeras etapas del Tour 2008 discurrirán por el suelo de la Bretaña aunque previamente la cita francesa, la más importante por etapas del mundo, obligará a sus ciclistas a presentar el denominado 'pasaporte biológico', la gran esperanza de los organismos internacionales en la lucha contra el dopaje.
Este pasaporte se elaborará a través de, al menos, seis controles, dentro y fuera de competición, incluidos test en periodos de reposo y otros por sorpresa, para tratar de determinar el perfil de cada deportista.
A partir de ese perfil, un grupo de expertos establecerá las condiciones científicas y jurídicas que pueden traducir las sospechas de dopaje en eventuales sanciones.
