VITORIA, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
El ciclista alavés Javier Ruiz de Larrinaga afronta con cautela el Mundial de Sankt Wendel (Alemania), hacia donde viaja este jueves con toda la selección española, consciente de que sus excelentes resultados de la temporada no le garantizan acabar entre los diez primeros.
Once victorias a lo largo del invierno, el tercer campeonato de España consecutivo en Zamora, y un nuevo entorchado en la Copa de España, son marcas inolvidables en una temporada de ciclocross. Sin embargo, para Larrinaga parecen más un motivo de presión para obtener resultados quizás inalcanzables que un respaldo que le haga llegar con calma a Sankt Wendel.
"Da la impresión de que la gente, incluso la prensa, está muy obsesionada con el resultado que puedo lograr en este Mundial. Parece que, con la temporada que he hecho, tengo que estar ya directamente entre los 10 primeros. Debemos ser conscientes de que aún no somos nadie en el ciclocross; además, es muy distinto destacar aquí en España que hacerlo fuera", destacó el de Amezaga.
En este sentido, aseguró que prefiere sacrificarse "y estar entre los mejores aquí, que salir al extranjero y no pasar del puesto 22 en el Mundial, lo cual no significa nada", apostilló Larrinaga en las vísperas de afrontar su cuarto Mundial de ciclocross.
En el historial del zuyano hay tres experiencias enriquecedoras: los Mundiales de Treviso 2008 (36º), Hoogerheide 2009 (41º) y Tabor 2010 (45º), en este último sin buenas sensaciones durante la semana previa a una prueba con mucha nieve y plagada de problemas.
Ante su cuarta experiencia consecutiva en un Mundial, el actual campeón de España se confesó "tranquilo". "La temporada está culminada con buenos resultados y sí, es cierto que los Mundiales nunca me han acabado de ir bien, pero en el fondo el nivel es el mismo que el de una Copa del Mundo", señaló.
Larrinaga aseguró que saldrá "con la misma actitud" que en la Copa, a "intentar hacer una carrera regular, evitar problemas" y, por qué no, acercarse "a los 25 primeros", un resultado que consideró "razonable" para "rematar un Mundial en condiciones".
El alavés no se atrevió a pronunciarse aún sobre el circuito alemán, que si bien cuenta con poca técnica, "es un trazado exigente, con bastantes desniveles, siempre arriba y abajo", en el que "la clave estará en la climatología".
"Si nieva, será una carrera distinta como lo fue Tabor, donde el hielo marcará mucho; si por el contrario llueve, será una carrera más normal aunque las campas puedan estar también heladas", apuntó el de Amezaga, que estará apoyado en tierras teutonas por "casi una veintena" de paisanos.
A falta de confirmación oficial, el próximo viernes, Larrinaga debería partir en la cuarta fila de carrera, lo que le colocará en medio de un gran pelotón de más de sesenta inscritos. "Las dos claves del Mundial serán la salida y los acontecimientos que puedan suceder en mitad de carrera. Es cierto que, saliendo desde mitad de pelotón, puedo encontrarme con un tipo u otro de carrera. Será importante pasar ese momento crítico y buscar un grupo con buen ritmo en el que ir progresando para hacer una buena carrera", concluyó.
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