BARCELONA, 15 May. (EUROPA PRESS) -
El ciclista Diego Ulissi (Lampre-Merida) se ha impuesto este viernes en la séptima etapa del Giro de Italia, transcurrida entre las localidades de Grosseto y Fiuggi sobre 264 kilómetros y la más larga de la ronda italiana, en una etapa sin sorpresas en la que se neutralizó una larga fuga y Alberto Contador, dolido tras la caída del jueves, pudo finalizar y retener su 'maglia rosa' de líder.
La victoria se la llevó Ulissi en un sprint largo y duro picando hacia arriba que eliminó a los velocistas puros. Tras la victoria de André Greipel (Lotto-Soudal) del jueves, en esta ocasión el gigante alemán se quedó sin fuerzas lejos de meta, mientras que el español Juanjo Lobato (Movistar) fue segundo por delante de Simon Gerrans (Orica).
A diferencia de ayer no hubo caídas y Alberto Contador, que sobrevivió a esta larga jornada con una protección en su hombro izquierdo, dislocado en la caída del jueves, pudo entrar en cabeza y seguirá defendiendo su liderato en la general provisional en la octava etapa, primera de alta montaña.
Ulissi se mostró intratable y logró la segunda victoria de etapa para el Lampre, tras la lograda por Jan Polanc en la cima del Abetone. El italiano logró su cuarta etapa en un Giro --una en 2011 y dos en 2014--, muy celebrada pues volvió en marzo tras la suspensión por la sanción que le impuso la UCI precisamente por un positivo en el último Giro después de esos dos triunfos.
El italiano sorprendió con su explosividad a Lobato y Gerrans, quien sí era uno de los favoritos para ganar en Fiuggi una vez se confirmó que los sprinters puros iban a sufrir por las rampas de hasta el 4% del final. De hecho, solo Belletti o Battaglin, como el mismo Gerrans, aguantaron en el 'Top 10' de entre los velocistas.
Aunque la necesidad de aprovechar las pocas opciones de victoria al sprint que brindará este Giro acabó con las opciones de la fuga, pues pese a los más de 11 minutos de que gozaron los cuatro escapados la velocidad del gran grupo en el tramo final acabó con sus opciones. En el sprint ganó Ulissi, más fuerte y quien se llevó el premio en la etapa más larga y dura en este sentido, compartido con un Lampre que le hizo un gran final pese a que Modolo, su sprinter, se quedó fuera de la lucha.
Y es que no fue un sprint al uso pues el final confirmó el terreno de sube y baja de la etapa. Solo había un puerto puntuable, el de Monterotondo (4ª categoría) en el kilómetro 184,5, pero el terreno fue 'rompe piernas' sobre todo en el tramo final. De hecho, la llegada a meta era en rampas del 4% y ello provocó que los sprinters típicos perdieran opciones respecto a ciclistas veloces pero más explosivos en subida.
A poco más de 70 kilómetros de meta, cuando la fuga todavía gozaba de un gran colchón, empezó a tirar fuerte del pelotón el BMC pensando en su líder Philippe Gilbert. El belga, decimotercero al arrancar solo y de lejos, hizo tirar a sus compañeros, que también tuvieron la ayuda de Cannondale-Garmin, quien puso en jaque a la fuga. Finalmente, a 21 kilómetros de Fiuggi, dijeron adiós a su aventura Bandiera (Androni), Boem (Bardiani) y De Negri (Nippo-Vini Fantini), pese a que Mihaylov (CCC) se resistió y lo provó en solitario un kilómetro más.
En el último tramo de la persecución y una vez ya neutralizada la fuga se unió a la fiesta el Tinkoff Saxo de Contador, básicamente para proteger a su líder, igual que Astana con Fabio Aru, pero sobre todo el Orica GreenEdge de los que fueran 'maglia rosa' de este Giro Simon Gerrans, Michael Matthews o Simon Clarke. Como en la etapa previa, la lucha por llegar bien al tramo final fue ardua, y con tanto aspirante era de esperar que no todos los equipos pudieran tomar la iniciativa en la cabeza del pelotón. Al final ganaron Orica y Lampre, con triunfo para estos últimos.
De cara a este sábado llega la alta montaña al Giro de Italia y una nueva prueba para Alberto Contador y su hombro izquierdo. La etapa partirá de Fiuggi, con lo que no habrá traslado al final de esta séptima etapa, para llegar a Campitello Matese tras 186 kilómetros y después de superar dos puertos de montaña, el último de ellos con la meta en su cima.
Primero deberán ascender el Forca d'Acero, un largo puerto de 2ª categoría situado a 80,7 kilómetros de la salida, con lo que podría ser propicio para una fuga o para la lucha por el maillot de rey de la montaña. Serán casi 30 kilómetros de subida aunque no toda forme parte del puerto, y el largo descenso con varios repechos de entidad de por medio les llevarán a la base del Campitello Matese (1ª). La subida al segundo final en alto del Giro será de 13 kilómetros, con 900 metros de desnivel, unas rampas medias del 6,9% y con una pendiente máximo del 12%.
