MADRID, 5 May. (EUROPA PRESS) -
El FC Barcelona defiende hoy ante la Real Sociedad en Anoeta su liderato en la Liga con el aliciente de poder trasladar la presión al Real Madrid y el Sevilla, que se enfrentan el domingo en el Santiago Bernabéu, aunque delante tendrá a un rival que apelará a su público y a la necesidad de puntos para intentar sorprender a un conjunto azulgrana, algo dubitativo fuera del Camp Nou.
Y es que el equipo de Frank Rijkaard acude también con la presión de tener que mejorar su rendimiento, sobre todo su eficacia goleadora, y de acabar con su mala racha a domicilio para no ver peligrar su primera posición a falta de seis jornadas.
Los azulgrana sólo han ganado uno de sus 10 últimos partidos fuera de casa en la Liga, donde acumulan dos derrotas consecutivas (2-0 en Villarreal y 1-0 en Zaragoza) desde su triunfo en Huelva, y no se encuentran en un buen momento de juego, principalmente de cara a la portería rival, ya que únicamente han marcado dos goles en las cuatro últimas jornadas, los que le dieron victorias mínimas como locales ante el Levante y el Mallorca.
Rijkaard pierde a uno de sus jugadores de referencia, Deco, lesionado a dos días del choque y que estará dos semanas de baja, por lo que tampoco podrá jugar los dos próximos encuentros (Getafe en la Copa y Betis en la Liga), aunque recupera a Edmílson y Motta, que pugnan por la plaza de pivote defensivo, que seguramente será ocupada por el primero, pese a que no se descarta que entre Gudjohnsen para formar una media más ofensiva con Xavi e Iniesta.
Por su parte, la Real Sociedad apelará a Anoeta y a su necesidad de puntos para superar hoy al FC Barcelona. El conjunto txuri urdin espera enmendar ante su público la derrota cosechada en Getafe, que rompió una esperanzadora racha de dos triunfos consecutivos.
Actualmente penúltima clasificada, con 27 puntos y a cuatro de la salvación, la Real sólo puede pensar en ganar al líder para seguir manteniendo viva la llama de la salvación.
Lotina prepara cambios para medirse al conjunto 'culé'. El más significativo es el regreso de Aranburu al doble pivote, lo que conferirá al equipo un perfil más ofensivo; además, Mikel González podría jugar en una posición totalmente novedosa para él, la de lateral derecho, mientras Juanito actuaría de central.
EL VALENCIA APURA SUS OPCIONES
El otro partido de la jornada sabatina enfrentará en Riazor al Deportivo de La Coruña y al Valencia, un equipo que necesita la victoria para seguir apurando sus opciones de cara al título, aunque no lo tendrá fácil ante el nivel mostrado por los locales ante su público en las últimas fechas y el de los valencianistas como visitantes.
El conjunto gallego tratará de prolongar su buena racha de resultados en Riazor sumando la quinta victoria consecutiva en su feudo. De todos modos, los de Caparrós tendrán un ojo puesto en el partido de Copa ante el Sevilla del próximo miércoles, eliminatoria que tienen prácticamente perdida.
Además, con un equipo a la deriva en las posiciones intermedias de la tabla, se ha hablado poco del Valencia. Arizmendi, que podría tener un preacuerdo con los 'chés', ha centrado buena parte de la atención esta semana, aunque su técnico aseguró que tiene total confianza en él para este partido.
En cuanto al conjunto de Mestalla, tendrá que mejorar la imagen que ha dado a domicilio en la presente temporada. Y es que los de Quique Sánchez no han ganado fuera desde el 21 de enero, cuando se impusieron por 0-1 a la Real Sociedad, y ahora necesitan los tres puntos para seguir en la pugna por el título y la 'Champions'.
Sin embargo, Riazor es un feudo que se les da bien, pues se impusieron en tres de sus últimas cuatro visitas y tendrá las buenas noticias de las recuperaciones de Fernando Morientes y Miguel, que compensan la baja por sanción de Albelda.
Los duelos entre Valencia y Deportivo, pese a los diferentes objetivos que manejan ambos clubes, han seguido levantando expectación hasta la presente campaña tras el polémico cruce copero del año pasado y en la primera vuelta, con victoria 'ché' por 4-0, Juanma calificó de "tramposo" a Villa, después de que el asturiano fingiese un penalti.
