BARCELONA, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
El entrenador del RC Celta de Vigo, Eduardo Berizzo, ha asegurado este viernes en la previa del partido contra el RCD Espanyol que ir cuarto en esta Liga "tan potente" y con las bajas que están teniendo por varias lesiones es para sentirse "llenos de optimismo" y pensar en acabar el año por todo lo alto para mantener intactas las opciones de defender esa cuarta plaza "con uñas y dientes".
"Me siento muy identificado con la línea del equipo, ir cuartos en esta Liga tan potente y sostener este rendimiento con dificultades es para felicitar al equipo y sentirnos llenos de optimismo. Esperamos ganar para terminar un año que nos lleva hacia arriba, e irnos satisfechos tras el partido", apuntó en rueda de prensa.
Berizzo reconoció que a veces es "muy crítico" consigo mismo. "Debemos llenarnos de un optimismo que a veces se tambalea por nada. Somos el cuarto equipo de la Liga detrás de tres gigantes, vamos defendiendo una situación que para nosotros resulta un problema a resolver. Ir cuartos debe ser una satisfacción para todos y ver las cosas con optimismo", asintió.
"Nos esforzamos, nos gusta jugar de una determinada manera y las sensaciones en este final de año son muy buenas y lo que venga debe ser mirado con optimismo. No debe haber queja alguna con lo que nos sucede, somos un equipo que se supera e innova con lo que tiene, que busca soluciones y se va al ataque con lo que tiene", celebró sobre la puesta en escena de los suyos.
Con todo estos confía en aferrarse a la cuarta plaza. "Estamos en una posición que debemos defender con lo que hicimos y siendo nosotros mismos. El equipo soportó nervios en Gijón, aguantó el empuje del rival ante el Betis, y cada vez somos un equipo más sólido. Lo que viene me da optimismo para que el equipo se aferre a esa posición con uñas y dientes", auguró.
El técnico argentino, así de optimista, lamentó no obstante tener que inventar tanto debido a las lesiones. "Nos ha sucedido que muchos jugadores en la misma posición han sufrido contratiempos y nos obliga a reaccionar y lo hemos hecho con motivación. El equipo tiene un sistema conocido por todos y cada jugador entra con un papel. Confío en que la funcionalidad del equipo solucione la ausencia de cualquiera", matizó.
"Lo peor que tiene ser entrenador es que no juegas, y desde fuera no puedes ayudar a tu jugador y esto incomoda. El error es parte del aprendizaje, somos un equipo muy joven. Pero me frustra no poder ayudarles", se sinceró en este sentido.
Por último, para hacer bueno el final de año y ganar al Espanyol, cree que deben "recuperar fluidez". "El de mañana será un partido de paciencia. El Espanyol siempre ha sido un rival complicado para nosotros, incómodo, y será igual mañana. Necesitaremos usar muy bien la pelota, no atascarnos en la salida y encontrar a nuestros atacantes con mucha precisión", detalló.
