La era Xavi en el Barça termina con final abrupto

Archivo - Xavi Hernandez, head coach of FC Barcelona, looks on during the Spanish league, La Liga EA Sports, football match played between Cadiz CF and FC Barcelona at Nuevo Mirandilla stadium on April 13, 2024, in Cadiz, Spain.
Archivo - Xavi Hernandez, head coach of FC Barcelona, looks on during the Spanish league, La Liga EA Sports, football match played between Cadiz CF and FC Barcelona at Nuevo Mirandilla stadium on April 13, 2024, in Cadiz, Spain. - Joaquin Corchero / AFP7 / Europa Press - Archivo
Publicado: viernes, 24 mayo 2024 17:02

BARCELONA, 24 May. (EUROPA PRESS) -

El todavía, por unos días, entrenador del FC Barcelona, Xavi Hernández, dejará el banquillo del primer equipo masculino tras poner fin, este domingo en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán contra el Sevilla FC, a una campaña, la segunda completa, en la que vivido un sinfín de cambios y que termina con un final abrupto, con un despido cuando todo apuntaba a que podría culminar su contrato en 2025.

Xavi llegó como revulsivo, como una leyenda del barcelonismo en la que Joan Laporta veía al nuevo Pep Guardiola, a otro heredero de su añorado e íntimo Johan Cruyff. Tras la convulsa etapa de Ronald Koeman y un breve interinaje de Sergi Barjuán, Xavi debía devolver la ilusión, el buen juego y los títulos al Barça. Y, en parte, lo hizo.

Pero la relación de Xavi y el FC Barcelona, o de Xavi y Joan Laporta, fue una montaña rusa cuyo recorrido parecía no tener fin. Un 'ahora no, ahora sí, ahora no' de manual. Cuando las aguas parecían calmarse, con el anuncio de la continuidad del técnico, un nuevo giro de guión hará que la era Xavi termine ya y que lo haga con turbulencias.

Se esperaba que la semana que viene hubiera noticias, tras despedir una Liga en la que el Real Madrid ha sido claro ganador pero con un Barça que ha ido a más en cuanto a resultados, para asegurar una segunda plaza que dará acceso a la siguiente Supercopa de España. Xavi cumplió con ese objetivo de mínimos, pero parece ser que sus palabras en la sala de prensa le condenaron.

Fue en la previa del partido contra el Almería, el 15 de mayo, cuando Xavi aseguró que la situación económica en la entidad era "complicada" como para "competir con los mejores". "No tiene nada que ver la situación actual con la de años atrás, que el entrenador decía a quién quería", lamentó entonces.

Unas declaraciones que provocaron que la confianza que le tenía depositada Joan Laporta, y confirmada y sellada en la conocida como 'cena del sushi' en casa del presidente del anterior 24 de abril, se rompiera. De algún modo, el presidente y Deco, seguro que buena parte de la Junta Directiva, entendieron que Xavi seguía con el mismo discurso derrotista.

A falta de saber cuál fue el detonante, cuál fue el motivo real del despido y del cambio de opinión, todo apunta a que se impuso la opción de la dirección deportiva de buscar un cambio de rumbo mediante un nuevo técnico. Y, pese al lazo que une sentimentalmente a técnico y 'presi' --como él le llama a menudo--, forjado a fuego en la época de Xavi como capitán del Barça y con Laporta en su primera etapa presidencial, todo se resquebrajó.

La montaña rusa de sale del raíl y se estampa de bruces con la nueva realidad; habrá nueva era en Can Barça. Un final inesperado tras esa foto a tres (Xavi, Laporta y Deco) en la Ciutat Esportiva del 25 de abril, cuando salieron a la palestra mediática a explicar los motivos de, por entonces, la continuidad del técnico y la marcha atrás en su decisión de irse.

"Vamos a darlo todo. Pero tengo claro que seguirá siendo desagradable y cruel, con situaciones de críticas. Pero me veo con energía y fuerzas para seguir con este proyecto. Le di mi palabra al presidente de que continuaré pase lo que pase hasta que ellos consideren que no. Estoy con el compromiso intacto, esa decisión (la de irse, en enero) no volverá a pasar", se sinceró entonces. Y le han dicho ese 'no'.

El anuncio de su despido, de su salida, llega además en muy mal día. Un viernes previo a la disputa de la final de la UEFA Women's Champions League en la que el Barça Femení, frente a su bestia negra del Lyon, busca la tercera Liga de Campeones Femenina para la entidad. Y con todo el foco mediático puesto en Xavi y su posible sucesor y alejado de esa final de tanta importancia.

UN PALMARÉS ESCASO Y UN JUEGO DESLUCIDO

Xavi Hernández dejará el banquillo blaugrana con una Liga y una Supercopa de España como palmarés en dos temporadas y media. Ambos títulos logrados en la temporada 2022/23, la primera completa ya que llegó a ese banquillo el 6 de noviembre de 2021, a mitad de la campaña anterior y tras la marcha de Ronald Koeman --con interinaje de Sergi Barjuán de por medio--.

Apenas dos títulos que, por el mal momento económico y por la plantilla a medio hacer que había, fueron celebrados. Sobre todo una Liga ganada con una gran defensa, con buena táctica y algún brote verde de buen juego. Una solidez que no se vio esta última temporada, cuando muchos esperaban un claro paso adelante en cuanto a juego que no llegó y, además, se perdió esa solidez defensiva.

Y no ganar ningún título ha hecho demasiado mella. En la 'Champions' se mejoró, para llegar a cuartos y caer ante el PSG una eliminatoria que, hasta quedarse con uno menos por la expulsión de Araujo a la media hora de la vuelta, estaba encarrilada. Esos detalles de los que hablan los entrenadores que se juntaron para permitir remontar al PSG.

En LaLiga EA Sports, el subcampeonato poco vale, más allá del pundonor de luchar por ello hasta el final y de lograr ese billete a la Supercopa, competición que igual que en la Copa del Rey el equipo no dio la talla en esta campaña marcada por el tirar balones fuera de Xavi, autocrítico en justa medida pero siempre con varios escudos portados para no poner el foco en su persona. Y brotes verdes de buen juego, de nuevo, pero perdidos en la irregularidad.

Se va Xavi Hernández, una de las leyendas vivas del barcelonismo que quizá apareció demasiado pronto, con apenas experiencia como entrenador en Catar. Quizá vuelva, más formado y alejado de un entorno barcelonista dividido en cuanto a su figura como técnico. Pero se va dejando grandes perlas, como Lamine Yamal, Fermín López o Pau Cubarsí, fruto de su fe en una Masia de la que él salió hace años. Su apuesta por la juventud y la formación sí están fuera de toda duda.

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