MADRID, 25 Mar. (EUROPA PRESS)
La selección española se impuso a Dinamarca, por 2-1, en un partido que mantiene vivas sus opciones de clasificación para la próxima Eurocopa, que se celebrará en Austria y Suiza en 2008, aunque continúa inmersa en la búsqueda de un estilo perdido en el pasado Mundial de Alemania y que a día de hoy todavía no ha encontrado.
España salvó su primera final para ponerse a un punto de Dinamarca y así seguir soñando con estar en la próxima Eurocopa. No obstante, la 'roja' no ofreció su mejor versión y sufrió para doblegar a una combativa Dinamarca. La apuesta ché de Aragonés para la punta de ataque salió perfecta aunque, con el paso de los minutos, terminó a merced de un conjunto danés en inferioridad.
Aún así, el equipo nacional comenzó sin tensión, perdiendo balones en el medio del campo y sin la profundidad necesaria en los últimos metros. Morientes y Villa, ambos muy activos, sólo pudieron rematar en un par de ocasiones a la meta de Sorensen de manera muy forzada. Las incursiones de Silva dieron algo más de vida a la selección, que no terminó de perfilar un fútbol efectivo, y cuanto menos brillante, en los instantes iniciales.
Dinamarca, muy bien plantada en la medular, no pudo aguantar con criterio la impaciencia española. Fruto de esa precipitación llegó la expulsión de Niclas Jensen, que vio dos tarjetas amarillas, en apenas tres minutos. El conjunto danés se derrumbó como un castillo de naipes. Un balón que salió de las botas de Iniesta en banda derecha acabó con la inquietud del aficionado español. La paró Morientes, la mimó y el de Sonseca, tras un quiebro magistral la puso en el fondo de las mallas (min.33).
El escenario, el estadio Santiago Bernabéu, invitó a una noche mágica, como las de antaño, de la 'roja'. La afición, pese a su consternación por el bagaje del combinado nacional, se volcó con los de Aragonés, y les llevaron en volandas hacia la victoria, que rápido empezó a fraguarse.
El gol del 'Moro' abrió la veda de la defensa danesa y permitió dar alas al equipo de Luis, que empezó a contar con la mejor versión de David Silva. El canario cuajó un excelente partido y destrozó, cuantas veces quiso, el muro de los de Morten Olsen.
No cabía la derrota, ni tan siquiera el empate. España debía someter el escaso recorrido que había evidenciado en la última época si quería estar en la próxima Eurocopa. Para ello, Aragonés contó con el tándem valencianista Villa-Morientes, que cumplió con creces y se licenció en una mística simbiosis entre ambos arietes.
Así, y después de que el primer tiempo prosiguiera con el dominio español, Villa enganchó un balón al borde del área, que se perfiló para batir a Sorensen con una facilidad asombrosa (min.45) y llevar la tranquilidad al eléctronico y al futuro de la 'roja' en esta fase de clasificación.
ESPAÑA SUPO MANTENER EL TEMPLE.
La segunda mitad trajo un cambio de decorado desde el primer minuto. Un tiro al palo de Daniel Jensen asustó al combinado nacional, que, acto seguido, encajó un gol en un fallo garrafal de toda la defensa a la hora de defender un córner. Gravgaard cabezó a placer y Casillas, a pesar de su estirada, no pudo atajarlo. Los primeros silbidos se empezaron a entonar en Chamartín, que vio como su selección había bajado el nivel considerablemente.
La entrada de Xabi Alonso en lugar de Xavi hizo perder a España posesión de balón e incluso esa pizca de carácter, que define al azulgrana. Sin embargo, la escuadra de Aragonés, acreedora de mucha más calidad, supo mantener el tipo merced a la disposición táctica del último tramo del partido. Angulo sustituyó a Villa y España reculó. El 2-1 era más que bueno teniendo en cuenta los fantasmas de Suecia o Irlanda del Norte.
El halo de poesía de la primera mitad, en la segunda se convirtió en misterio. España sufrió en exceso ante una Dinamarca con diez, que bombardeó, en los minutos finales, la meta defendida por Casillas. Los de Aragonés aguantaron el tirón y se llevó el triunfo que le mantiene con las opciones intactas de estar en el bombo de la próxima Eurocopa.
