VALENCIA, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -
El entrenador del Levante, Abel Resino, culpó a los "malos entendidos" de la polémica que se generó en torno a su figura por su decisión de quedarse en Madrid tras la derrota en el Vicente Calderón y cree que, hablando de estos temas, los granotas están "dando ventaja" al Getafe, rival al que se enfrentarán este domingo.
"Ha sido una situación que se ha generado por malos entendidos. Cuando las situaciones son más tensas por lo deportivo, este tipo de cosas hay que intentar que no vuelvan a ocurrir y lo he hablado con el presidente. Así le estamos dando ventaja al contrario. Tenemos que estar más unidos", explicó Abel Resino.
Éste piensa que por una "pequeña" cosa se ha montado "una bomba" y opina que estas "minicrisis" se generan por "comentarios fuera de tono" de gente que tiene "interés" en las que las cosas vayan mal en el Levante. "Es más importante lo que se monta alrededor que el origen mismo del problema", señaló. "Para mí, lo más importante es el partido del domingo, más que la polémica de esta semana, no tiene más importancia", apostilló.
El toledano piensa que los rivales directos del Levante se estarán "frotando las manos" con esta polémica. "Ahora es cuando hay que remar más fuerte y levantar la cabeza. De este mundo aprendí una cosa, que es no preocuparme de una cosa que no ha ocurrido", indicó respecto a un posible enfado de la directiva azulgrana por quedarse en Madrid tras el partido.
En cuanto a la pelea entre Pablo Cavallero y Riga, el ex portero reiteró que esta situación "no es justificable", pero cree que es normal que "salten chispas" con las dificultades deportivas. "Se han visto en descenso y los nervios han aflorado demasiado, pero el equipo ha vuelto a la senda del trabajo y saben de la importancia del domingo. O remamos todos o es imposible", sentenció.
De todos modos, el preparador de Velada es optimista y se queda con la buena imagen que él cree que dio su equipo ante el Atlético. "No es normal que el Levante vaya al Manzanares y tenga a la afición rival 20 minutos pidiendo la hora, esto es lo que demuestra que el equipo no está roto", afirmó el técnico, que reconoce que falta "acierto de cara al gol", aunque confía en romper la "mala racha" en el capítulo anotador.
"No somos un equipo que meta muchos goles, pero tampoco nos han marcado muchos. Hay que buscar el equilibrio, no me vale meter tres goles y encajar cuatro. Para el problema del gol, el único remedio es que el equipo siga generando ocasiones y luego esperar a que eso cambie, pero no sólo deben marcar los delanteros, debe ayudar también la segunda línea", añadió.
Por último, se mostró convencido de que el Levante puede quedar en la máxima categoría. "El club tiene todas las posibilidades de mundo de estabilizarse en Primera, pero tiene que hacer una cosa, que es profesionalizar el equipo", argumentó.
"El proyecto es muy bonito, todo pinta muy bien y la ciudad puede albergar dos equipos, porque además tenemos simpatía entre la gente del Valencia", terminó el entrenador.
