El madrileño logra su segundo título como entrenador
HAMBURGO (ALEMANIA), 12 May. (EUROPA PRESS) -
La llegada de Quique Sánchez Flores al banquillo del Atlético de Madrid ha permitido al conjunto rojiblanco regresar a la senda del éxito tras la conquista de la Europa League, antigua Copa de la UEFA, después de imponerse al Fulham inglés por 2-1.
El técnico madrileño, que se hizo cargo del Atlético el 26 de octubre de 2009 tras la destitución de Abel Resino, llegó con la intención de "subir la moral" a sus jugadores y siete meses después ha conseguido un título europeo y tiene la posibilidad de certificar el segundo el próximo miércoles.
Quique Flores llegaba al Vicente Calderón con la vitola de un entrenador defensivo y tras las negativas de Michael Laudrup y Luciano Spalleti, algo que no le impidió interpretar la idiosincrasia atlética desde el primer momento. Consciente de la dificultad liguera y de lo complicado que era hacer un buen papel, el técnico focalizó sus esperanzas en las competiciones a vida o muerte.
Y ahí el equipo estuvo más que notable. Haciendo buenos los partidos lejos de la Ribera del Manzanares, el entrenador colchonero apostó por la Europa League y por la Copa del Rey, y en ambas alcanzó el partido final, donde la gloria y el infierno están a la misma distancia.
Pero a Quique Flores nunca la tembló el pulso y optó por colocar al joven David de Gea en la portería, así como a Álvaro Domínguez en el centro de la zaga y tirar de canteranos para reverdecer el futuro colchonero. Una apuesta que le ha salido a las mil maravillas y que ha confirmado con su primer título a nivel internacional como técnico.
