ROMA, 27 May. (Del enviado especial de EUROPA PRESS Ferran Tuñón) -
Hoy, día de la gran final de Liga de Campeones entre FC Barcelona y Manchester United, Roma se ha visto invadida, como lo fue en el declive del Imperio Romano, por dos ejércitos de miles de aficionados que han tomado los enclaves más turísticos de la capital italiana.
La gran marea blaugrana, debido a la proximidad con Barcelona y a la facilidad de viajar a Roma por tierra, mar y aire, ha llegado hoy. A medida que iban llegando los numerosos autocares que partieron ayer noche de la capital catalana, los aficionados culés se dirigieron en su mayoría a la Fontana di Trevi, tomándola por completo.
Sobre esta mítica fuente de la ciudad, escenario de películas y lugar obligado de visita para todo aquel turista que se acerque a Roma, corre la leyenda de que si se le lanza una moneda, siempre de espaldas a ella, tarde o temprano se vuelve. Por ello, muchos aficionados blaugrana tiraron su moneda para ver si, en vez de volver a Roma, se volvía pronto a otra final de 'Champions'. "Si ganamos hoy, y la próxima, vuelva aquí y tiro un montón de monedas", declaró un eufórico hincha.
Y es que desde las calles adyacentes a Trevi ya se podían oír los gritos y cánticos del Barça. Desde el himno, el 'Oh, le, le/ Oh, la, la/ Ser del Barça és, el millor que hi ha!' o los de apoyo a jugadores tan queridos como Iniesta o Messi, hasta los dedicados al máximo rival, el Real Madrid.
Centenares de personas llenaron la plaza, pues cuando unos se marchaban otros llegaban a tiempo para hacer el relevo. El resto de turistas dudaba entre si fotografiar la Fontana o inmortalizar a una afición que, sin causar problemas en el mobiliario urbano, pintó la zona de blaugrana.
Por su parte, la afición del Manchester United, pese a ser mucho más numerosa que la catalana, no se dejó ver en grandes grupos. Quizá por llegar con más tiempo y de manera más escalonada, sólo se reunió un grupo de casi un centenar de aficionados en las escaleras de la Piazza di Spagna (Plaza de España).
En ella, ofrecieron un concierto gratuito a todo aquel que se paraba ante ellos en la fuente de la parte inferior de la plaza. Cuanta más gente les miraba, más se animaban ellos, hasta que acabaron repertorio. Entre el público, aficionados del Barça que hasta les aplaudieron, aunque no quisieron disputarles en ningún momento su territorio. "¿Para qué queremos la Plaza de España? No es la bandera que llevamos en nuestro escudo", explicó uno de los culés.
