Fútbol.- Los padres de un niño al que un árbitro impidió jugar con audífonos creen que su hijo se sintió discriminado

Actualizado: viernes, 30 marzo 2007 13:55

Piensan iniciar acciones legales para conseguir que el colegiado no vuelva a arbitrar en las categorías infantiles

MADRID, 30 Mar. (EUROPA PRESS TELEVISIÓN) - )

Los padres de Mario, un niño de 12 años que utiliza audífonos en ambos oídos, no quieren que el trabajo que llevan haciendo toda la vida para que su hijo se sienta igual a los demás lo eche a perder la actitud de un árbitro de fútbol de categoría alevín que el pasado 17 de marzo detuvo el partido que disputaba el equipo del niño, el C.D. Griñón, para obligarle a retirarse los aparatos si quería seguir en el campo.

Mario lleva federado desde los seis años, y en ese periodo ningún árbitro había puesto inconveniente a que el niño jugase con los dispositivos. En sus reconocimientos médicos y en su ficha de jugador figura esta particularidad, que nunca ha sido impedimento para la práctica del fútbol.

De hecho, en el partido del pasado fin de semana, Mario pudo salir al campo con los audífonos, y eso que sus padres, después de la experiencia del día anterior, se lo consultaron expresamente al árbitro del encuentro. "Nos dijo que el chico jugaría en inferioridad de condiciones si se los quitaba, y por lo tanto, que podía usarlos", recordó José Luis Gaitán, el padre del niño.

Esto hace que para José Luis y su mujer, Rosa, resulte todavía más dolorosa la escena de la que su hijo fue sin quererlo protagonista la penúltima jornada. Faltando ocho minutos para que finalizase la primera parte, el colegiado detuvo el partido sin causa aparente, se acercó a Mario y le dijo que no podía seguir en el campo con los audífonos.

El chico, según recordó su padre, en un primer momento no entendía que estaba sucediendo, ya que nunca le había pasado nada similar. El árbitro le dijo lo mismo al entrenador del equipo, y fue entonces cuando el niño comenzó a llorar.

Como su madre estaba en la grada presenciando el encuentro, al ver la escena se acercó para preguntar qué era lo que ocurría, pero el árbitro "no quiso darle explicaciones". Rosa, para intentar quitar hierro al asunto, le dijo a Mario que se quitase los audífonos, pero advirtiendo al colegiado que el niño no iba a escuchar sus pitidos.

"Entonces se encaró con el niño y empezó a preguntarle a gritos si le oía o no", se lamentó José Luis, quien considera que el comportamiento del árbitro no fue acertado. Por eso, al terminar la primera mitad, su mujer se dirigió de nuevo a él para pedirle explicaciones.

Mientras tanto, los padres y el resto de personas que estaban presenciando el partido, que se habían enterado de lo que pasaba, empezaron a increpar al árbitro y a dar muestras de la indignación que había provocado el suceso.

Vista la situación, el árbitro decidió llamar a la policía, dando por finalizado el encuentro, y abandonó el campo escoltado por una patrulla de la policía local de Fuenlabrada.

EN LA FEDERACIÓN SE LO TOMAN "A CACHONDEO".

Cuando su mujer le contó a José Luis el suceso, pues éste se encontraba en un viaje de trabajo y no había podido asistir al partido, tuvo claro que tenía que hacer algo porque considera que el árbitro en cuestión mantuvo "una actitud chulesca" que no es forma de comportarse "cuando se trata con niños".

Por eso, decidió ponerse en contacto con la Federación de Fútbol Madrileña y consiguió hablar con uno de los responsables, pero no obtuvo la atención esperada. "Se lo tomó a cachondeo, me dijo que creían que el árbitro lo había hecho bien y que no pensaban tomar ninguna medida", señaló.

Pero la gota que colmó el vaso fue la excusa que le dieron para decantarse por esta solución: "Como tienen pocos árbitros, pues que no los van a sancionar", criticó. Viendo que por esa vía no iba a conseguir nada, optó por ponerse en contacto con un abogado para consultarle, y están preparando una demanda por daños morales contra el colegiado.

No obstante, José Luis apuntó que su intención no es la de "criminalizar a nadie", sino simplemente, conseguir que ese árbitro no pite partidos de niños, puesto que cree que "no está capacitado para ello", y que se limite a encuentros de categorías de adultos.

Asimismo, ha dirigido una carta al Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid explicándole los hechos y pidiéndole que haga algo al respecto, pero de momento no ha recibido ninguna respuesta. "Quiero que alguien haga algo", explicó, y dado que hasta la fecha "las vías de solución se están cerrando", se ha decidido a denunciar públicamente el caso.

José Luis no está dispuesto a que a su hijo le quiten la ilusión que cada fin de semana ve en sus ojos cuando se aproxima la hora del partido. "El es uno más, y lo único que le preocupa es saber si va a poder seguir jugando con sus amigos", afirmó.

EL ANEXO DEL ÁRBITRO.

Los responsables de la Federación y del Comité de Árbitros rehusaron hacer declaraciones sobre el asunto y facilitar un contacto del árbitro para recabar su versión, aludiendo en todo momento al contenido del acta del partido.

En el anexo de la misma, el colegiado, F.J.G.G., recoge que el niño llevaba dos audífonos "del tamaño más grande, de color marrón, y que de ellos sale un cable transparente que se inserta en el interior de cada oído".

Además, relata las incidencias que tuvieron lugar, y alega que fue insultado desde la grada e incluso, amenazado por varios de los asistentes, razón por la que decidió suspender el encuentro y llamar a la Policía para abandonar el campo.