SEVILLA, 14 May. (EUROPA PRESS) -
El Sevilla disputará el miércoles ante el Espanyol, en Glasgow, su segunda final de la Copa de la UEFA consecutiva, tras la ganada el año pasado en Eindhoven, completando, por el momento, el mejor ciclo de su ya centenaria historia, coincidiendo con el nuevo siglo, que se inició con el equipo en Segunda División y sumido en serios apuros para asegurar incluso su supervivencia.
Este nuevo Sevilla, que se codea por méritos propios con los mejores equipos del continente, se ha basado en la modernización del club, con especial referencia al capítulo deportivo, donde destaca la labor de la dirección deportiva que encabeza Monchi.
De la mano del ex portero sevillista han llegado al club jugadores como Alves, Adriano, Renato, Maresca o Kanouté, que conforman la espina dorsal de un plantel donde resaltan también futbolistas españoles de indiscutible titularidad, como el meta Palop, cuyo gol de cabeza en Donetsk ante el Shakhtar en octavos de final resultó providencial para asegurar la supervivencia del equipo en la UEFA.
Tal vez el único 'lunar' en este sentido es que la cantera, antaño vital para el Sevilla, apenas tiene sitio en la plantilla, con Puerta y Alejandro Alfaro como sucesores de jugadores como Reyes o Sergio Ramos.
El esquema se completa con un técnico, Juande Ramos, por el que pocos apostaban cuando llegó al Sevilla hace dos años, en plena resaca tras el adiós del carismático Joaquín Caparrós.
Circunspecto y comedido en la expresión, pero todo un estudioso del fútbol, el manchego, cuyo nombre ya suena con fuerza en la 'Premier' inglesa, ha apostado por un juego ofensivo y vistoso, hasta hacer del cuadro blanquirrojo un verdadero 'rodillo', que parte como claro favorito para ganar la final del miércoles.
