Fútbol.- La UEFA insiste en que no negociará "bajo amenaza" con el G-14

Actualizado: miércoles, 3 mayo 2006 19:08

El Parlamento Europeo acoge un debate sobre el futuro del fútbol días antes de la sentencia del caso 'Charleroi'

BRUSELAS, 3 May. (EUROPA PRESS) -

El secretario general de la UEFA, Lars-Christer Olsson, aseguró hoy que no negociará "bajo amenaza" con el G-14, el grupo de los grandes clubes europeos que exige a la UEFA una amplia reforma del sistema de la Liga de Campeones y reclama que se indemnice a los clubes por la cesión de sus jugadores a las selecciones.

"Nosotros no negociamos bajo amenaza", declaró Olsson a la prensa tras participar en la primera sesión de la audiencia pública que hoy se celebra en el Parlamento Europeo.

Olssson aludía así al 'caso Charleroi', que calificó de una "confrontación" de los grandes clubes frente a las asociaciones nacionales representadas por la FIFA y la UEFA. En su opinión no se trata de una cuestión de principios como sostiene el G-14 porque en ese caso, dijo "no reclamarían 870 millones de euros". "Creo que es una cuestión de dinero", subrayó.

Así pues, descartó que la UEFA vaya a negociar porque fue decisión de los clubes llevar el caso ante los tribunales. "Por lo tanto tendremos que esperar por la decisión del Tribunal", aseveró tras recordar que la UEFA invitó muchas veces a los clubes a negociar pero éstos rechazaron la oferta.

También negó que la reclamación económica que se hace a las federaciones de fútbol no tenga repercusiones en las asociaciones. "Si se pide dinero a la UEFA y a la FIFA tiene efecto en las asociaciones, porque hay menos dinero para repartir. Por lo que decir que es sólo un cuestión de la FIFA o de la UEFA y no de las asociaciones nacionales es tratar de engañar a la gente", prosiguió Olsson.

La UEFA y el G-14 se vieron hoy las caras en el Parlamento Europeo a doce días de que la justicia belga se pronuncie sobre un caso histórico presentado contra la UEFA por el Charleroi, un club belga de primera división y respaldado por el G-14 que reclama ser compensado por la lesión sufrida por un jugador marroquí cedido durante un partido internacional.

En la parte del debate dedicada a abordar el problema de los jugadores locales y el futuro del fútbol, Olsson criticó que haya menos inversión en formación, que se compre el éxito deportivo mientras los jugadores más importantes están en el banquillo y se produzca lo que llamó una "erosión" de la identidad local, sobre todo en los clubes profesionales.

"El fútbol se ha convertido en un negocio siendo una actividad deportiva. ¿Por qué no mantenerlo como un deporte, salvo que se tengan ambiciones comerciales?, se preguntó.

Para defender su alegato relató que la cantidad de jugadores salidos de la cantera se ha reducido en las cinco principales ligas y que si en 1990 había una media de siete en el año 2000 sólo eran cuatro.

También admitió ver una tendencia negativa en cuanto al equilibrio competitivo en el marco de la UEFA y la Liga de Campeones y puso el acento en el fenómeno de la "acumulación" de jugadores que hace que los principales jueguen más partidos que el resto.

IDENTIDAD LOCAL.

Otro aspecto negativo, a su juicio, es que se está fichando a jugadores "simplemente para quitárselos al adversario" y el responsable de la UEFA explicó además que, según un encuesta llevada a cabo por su organización, el 83% de los socios creen que es importante que los equipos mantengan su identidad local y regional y el 66% opina que se está perdiendo porque hay menos jugadores locales.

Para paliar esta carencia, la UEFA ha planteado nuevas reglas que se aplicarán a partir de la próxima temporada (2006-2007) para las competiciones europeas de tal forma que cuatro de cada 25 jugadores deberán ser de la cantera y tendrán que haber sido formados en el propio club.

Esta cantidad se ampliará a ocho en la temporada 2008-2009 y será necesario que hayan estado tres años entre los 15 y los 21 años. No habrá restricciones en cuanto a la nacionalidad de los jugadores. "Tenemos que mejorar la formación, el equilibrio competitivo, asegurar el futuro de nuestros jóvenes talentos para que en el futuro puedan jugar en su propio equipo", resumió Olsson.

El director general del G-14, Thomas Kurth, planteó el interrogante de que si ello es legal desde el punto de vista del derecho comunitario. "Podría entenderse como una violación de los tratados sobre la no discriminación y el libre desplazamiento y crea potenciales retos legales y financieros para los clubes", advirtió.

Mientras, el presidente del Bayern de Múnich, el alemán Karl-Heinz Rummenigge, apostó durante su intervención por fijar un tope salarial, siguiendo así el modelo norteamericano, de tal forma que los clubes no puedan destinar más del 50% de sus ingresos a pagar a sus jugadores.

De hecho, dijo que los diferentes sistemas fiscales y de derechos de cesión explica en cierto modo el éxito de los equipos españoles o italianos en la liga de campeones aunque admitió que no es la única causa.

"No es la única causa, pero les da cierta ventaja en el mercado de los traspasos porque es un hecho que tienen mucho más dinero del que ganan los clubes en un mercado centralizado como el alemán, el inglés o el francés", apuntó.

"Cuando se habla de los derechos de cesión vemos que el fútbol funciona en un mercado desregulado, pero está financiado de forma muy regulada. Es un dilema con el que hemos aprendido a vivir", dijo al respecto el respresentante de la UEFA, quien dudó de las ventajas de la apertura del mercado.

Para el responsable de la Revista Europea de Fútbol y encargado de elaborar el informe sobre la revisión del fútbol en Europa, el portugues José Luis Arnaut, el fútbol puede ser un vehículo para fomentar la integración de las minorías étnicas y de los inmigrantes. También hubo voces como la del profesor de la Universidad de Göttingen, Arn Krüger, que apostaron por la creación de ligas transnacionales, argumentando que el ejemplo del fútbol puede alentar el "espíritu" europeo.