MADIRD, 8 DE SEPTIEMBRE (EDIZIONES)
El pasado sábado, el jugador del F.C. Barcelona, Rafinha Alcántara, debutó con la selección brasileña de fútbol. Esto no sonaría nada extraño en el caso de casi cualquier jugador. Porque el suyo tiene algo especial, y es que su hermano, Thiago Alcántara, además de ser jugador de fútbol del Bayern de Munich, juega en una selección distinta a la suya, ya que él juega en la española.
Es un caso atípico, desde luego, pero no es el único. Es el caso de los hermanos Jerome y Kevin-Prince Boateng. Jerome decidió jugar con la selección alemana, mientras que Kevin-Prince lo hizo por Ghana, de donde son, ambos, de origen. Los dos crecieron en Alemania, pero representan a distintas selecciones. Además, tanto en el mundial de 2010 como en el de 2014, se enfrentaron con sus respectivas selecciones. Si ya es difícil que dos hermanos lleguen a la élite del fútbol, que se dé este caso es, realmente, complicado.
Pero hay más. Tenemos también el caso de los hermanos Mandanda, Steve y Parfait nacidos en Francia y de origen congoleño. Ambos porteros del Olimpique de Marsella y del Charleroi. Pero con distintas selecciones. Steve defiende la camiseta francesa, mientras que Parfait lo hace por la de Congo. Sus selecciones llegaron a enfrentarse, pero ellos no coincidieron en el terreno de juego al jugar la primera parte uno y la segunda otro. Y atención porque hay un tercer hermano, también portero, que juega en el Ajaccio italiano. Su nombre es Riffi.
Otra historia parecida es la de los tres hermanos Pogba. Los hermanos gemelos Florentin y Mathias, que jugaron en el Celta de Vigo, eligieron jugar con la selección de Guinea, mientras que el pequeño, Paul Pogba, quien se rifa media Europa por hacerse con sus servicios, prefirió jugar por Francia, país donde nació, a diferencia de sus hermanos.
A estos casos podemos sumarle el de los hermanos Granit y Taulant Xhaka. El primero juega en el Borussia Monchengladbach y el segundo en el Basilea. Son de origen albanés, aunque ambos nacieron en Suiza. Granit juega para la selección suiza, mientras que Taulant ha decidido vestir la elástica de Albania. Aún no se han enfrentado en el campo, ni con sus respectivas selecciones ni con sus clubes, pero en el futuro, ¿quién sabe?
Estos son los casos más actuales, de futbolistas que aún están en activo. Pero a lo largo de la historia del fútbol ha habido algunos más. Por ejemplo, el de los hermanos Vieri. Todos conocemos a Christian, el jugador italiano que estuvo un año en el Atlético de Madrid. Pero lo que se desconocía era que tiene un hermano, Max, que además de ser jugador profesional, defiende la camiseta de Australia. Christian nació en Bolonia, Italia, mientras que Max lo hizo en Sidney. Ambos crecieron en Australia, pero Christian muy pronto voló hacia Italia para hacerse futbolista. Max, en cambio, decidió quedarse en su país natal. Dos hermanos, dos selecciones y dos carreras bien distintas.
Los primeros hermanos en jugar en selecciones distintas son los hermanos Goodall. Los dos jugadores eran hijos de escoceses, pero John, el mayor, nació en Londres, mientras que su hermano pequeño, Archibald, lo hizo en Belfast, Irlanda. John jugó para la selección inglesa, mientras que “Archie” lo hizo para la irlandesa. No se llegaron a enfrentar entre ellos. Además, estuvieron muchos años jugando juntos en el mismo club, el Derby County.
Existen más casos, como el de los hermanos Drenthe, por ejemplo. O el de los Cahill, Tom y Chris. Y seguro que en el futuro estas atípicas historias se vuelven más frecuentes gracias a la rápida globalización del mercado del fútbol.
