SEVILLA, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
Manolo Jiménez, entrenador del Sevilla CF, fue claro a la hora de valorar los tres puntos conseguidos ayer por su equipo frente al Osasuna, en un partido que él mismo se encargó de definir como "una final" que necesitaban ganar.
"Lo que más nos interesaba en esta final para nosotros era ganar y afortunadamente hemos conseguido la victoria. Necesitábamos ganar porque llevábamos dos derrotas seguidas después de mucho tiempo sin perder", explicó el técnico sevillista, que deberá enjugar en esta segunda vuelta la diferencia respecto a los puestos de cabeza.
En este aspecto, el preparador sevillano coincidió con su homónimo de Osasuna, 'Cuco' Ziganda, que ya se encargó de definir la pasada semana esta segunda vuelta del campeonato como "19 finales". "Se han plantado en el campo dos equipos que íbamos a por el partido", comentó Jiménez.
Donde no coinciden los técnicos de ambas escuadras es en el estilo de juego. "Somos dos equipos con dos estilos distintos. El Osasuna es un equipo correoso, difícil de batir, con jugadores muy valientes, que van al máximo nivel y que disputan el balón de frente", analizó el técnico sevillista que, aunque admitió que sus hombres "generaron más ocasiones de gol", les fue "muy difícil superar al rival".
Ante el carácter demostrado por el rival, que terminó en tangana al final del encuentro, los sevillanos jugaron "con cabeza". "No hemos jugado más con el corazón, sino con inteligencia y con cabeza", analizó Jiménez, que reconoció que "la presión" ejercida por Osasuna impidió que sus hombres jugaran "con comodidad".
En un partido marcado por la polémica, el técnico nervionense justificó que sus jugadores no lanzaran el balón fuera cuando un jugador navarro permanecía tendido en el suelo alegando que es una de "las recomendaciones de la UEFA, FIFA y de todos los estamentos que aplican las leyes en el fútbol para mejorar este deporte para bien del espectáculo".
Pese a todo, añadió, es una decisión que corresponde tomar a los jugadores en última instancia. "Ellos saben mejor que nadie si el jugador que está en el suelo lo hace por perder tiempo o no. En la mente de cada persona no se puede meter uno", señaló Jiménez.
Una de las muchas polémicas que contuvo el partido fue el penalti señalado en el último minuto, y que decantó la victoria del lado sevillista. En una jugada de peligro, el balón golpeó en la mano de Javi García y el juez de la contienda determinó penalti para los blancos. "El balón le golpeó en la mano cuando Chevantón se disponía a rematar. Queriendo o sin querer, es algo que tiene que valorar el arbitro", juzgó el técnico del Sevilla.
Precisamente Chevantón terminó el partido lesionado de la rodilla, en lo que los galenos del club valoraron como un esguince del ligamento colateral interno a falta de las pertinentes pruebas médicas. "La rodilla es algo muy peligroso para los futbolistas y tenemos que aguantar al menos 24 horas. Esperaremos hasta el lunes, porque ahora mismo no se le pueden hacer pruebas", dijo.
Jiménez expresó su esperanza, temiendo quedarse con sólo dos delanteros tras la marcha de Frederic Kanouté y Arouna Koné a la Copa de África. "A día de hoy, tenemos a 19 jugadores y dos de ellos de la cantera. Ojalá se recupere pronto Navarro y vuelvan los africanos", concluyó Jiménez.
