MADRID, 20 DE AGOSTO (EDIZIONES)
Pedro se va. Abandona las filas del F.C. Barcelona después de más de 10 años en el club azulgrana. El canario ha sido decisivo en muchos de los títulos conseguidos por el Barça, y ha entrado siempre en los planes de todos y cada uno de sus entrenadores. El último año en Bacelona ha sido el más difícil para él. La llegada de Neymar, primero, y la de Arda Turan, después, han complicado a Pedro su continuidad en el juego del equipo. Luis Enrique no ha contado mucho con él esta temporada, a pesar de que valora el trabajo de Pedro. Siempre contó con él. Pero Pedro necesita jugar. Necesita sentirse importante.
Pedro es un jugador con ADN Barça. Su paso por la Masía deslumbró a todos, incluso a Pep Guardiola, que fue quien le dio la oportunidad tanto en el Barcelona B como en la primera plantilla. Es un estilete por banda derecha. Rápido y con desborde, sus internadas por banda han quedado grabadas en la retina de todos los barcelonistas. También caía a banda izquierda, banda por la que han llegado también muchos de sus goles. Su polivalencia le ha llevado, entre otras cosas, a lo más alto del fútbol mundial.
El Barcelona pierde a un jugador generoso en el esfuerzo. Tanto en ataque, en el que no duda en dejar todo lo que tiene, como en defensa. Cuando Pedro no tiene el balón, aparece su obsesión por la presión y el trabajo defensivo, en el que no deja de hacer todo lo posible para ayudar a sus compañeros. Aunque eso sí, se siente más cómodo en la faceta ofensiva que defensiva.
Los aficionados culés dejarán de disfrutar de su rapidísimo ataque, de su precisión en el toque de balón y de su talento a la hora de manejar las dos piernas. Perderán la profundidad del canario, que es capaz de desbordar y llegar a línea de fondo incluso en el minuto 90. Además, de todas estas cualidades, es un jugador discreto, que hace vestuario y al que todos quieren y respetan. Un jugador que ama el fútbol y crea equipo. Hace vestuario. Algo muy importante en el fútbol del siglo XXI.
Lo ha ganado todo. Liga, Champions, Copa del Rey, Supercopa de Europa, Supercopa de España y Mundialito de clubes. Con la selección española ha levantado la Copa del Mundo y la Eurocopa. Los títulos hablan por sí sólos. Quizá sus mejores años fueran 2009 y 2010. En 2009 se hizo con el sextete con el F.C. Barcelona, y en 2010 se proclamó campeón del mundo. Ha sido el único jugador de la historia que ha marcado gol en las seis competiciones que disputó en una sola temporada. ¿Qué más le queda al canario? Un jugador irrepetible y al que sin duda echarán de menos en el Barça.
Ahora se marcha al Chelsea. Al equipo londinense dirigido por Mourinho. Allí se encontrará con su amigo Cesc Fábregas, que seguro que le acogerá y ayudará para que Pedro siga siendo el jugador decisivo que ha sido siempre. Los ingleses podrán disfrutar de su juego. Podrán disfrutar de cosas como estas:
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