VALENCIA, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
El entrenador del Valencia, Quique Sánchez Flores, se toma el partido de mañana de la Copa del Rey contra el Racing Portuense en Mestalla con mucha seriedad porque es "un partido que se afronta con toda la energía posible para intentar pasar a la siguiente fase".
El técnico aseguró que el equipo hará "el mayor esfuerzo posible para poder dejar esta competición apartada hasta enero". El preparador ha tenido que echar mano de jugadores del filial como Cerra o Aarón para el choque copero "la gente joven aporta una gran energía y vitalidad, pero formar parte de un equipo de elite es un paso más complicado".
Sánchez Flores explicó que el partido "no está enfocado como una prueba" para nadie, "sino como una competición de máximo nivel". El madrileño recordó que antes del partido de la ida contra el Portuense dijo que se trataba de poner "la primera piedra para ganar esta competición dentro de unos meses". "Es un examen y queremos ganar y ganar en confianza", agregó.
El entrenador manifestó que no se le pasa por la cabeza un accidente. "Tenemos las herramientas, el estadio y la ventaja por lo que tenemos la obligación de volver a ganar", afirmó el técnico que no quiere excusas porque "que se esté afectados por las bajas, no quiere decir que se afronte el partido con cara de muerto".
Ante tanta adversidad, Sánchez Flores considera que "lo normal es juntarse más que nunca, hasta que el equipo recupere a todos los efectivos".
Dos de los que están a punto de volver son Baraja y Vicente "que nos han dado buenas sensaciones, pero si no van a participar mañana, no necesitan convivencia", mientras que sobre la novedad de Francesco Tavano en la lista de convocados dijo que "no saber si ha llegado su hora". "Hay que ver cómo responde, porque ha tenido muchos problemas de adaptación y la respuesta la tiene él en el terreno de juego", señaló.
