MADRID, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
El FC Barcelona es líder de Primera División, igualado a puntos con el Valencia y el Real Madrid, aunque los azulgrana de momento marcan la pauta consecuencia de su juego, con su despliegue ofensivo y repleto de plasticidad ante dos equipos menos dotados para el espectáculo y que tratan de plantar cara al campeón de Europa desde su armazón defensivo.
A priori, los tres equipos más predispuestos a protagonizar la Liga, junto a un Sevilla que perdió en el Calderón porque acusó la expulsión de dos de sus futbolistas, pero dando una imagen notable, ocupan ya las posiciones de privilegio, dejando escaso lugar a las sorpresas en una competición bastante hermética.
Pese a la apuesta futbolística del equipo de Rijkaard, el Valencia aguantó la sacudida azulgrana, favorecido por un tempranero tanto del goleador Villa. El FC Barcelona, que careció de la continuidad necesaria, necesitó esforzarse al máximo para desmantelar el entramado del cuadro ché. Los valencianistas se parapetaron para soportar el aluvión culé y lo hicieron en parte porque no pudieron evitar el tanto del empate obra de Iniesta.
El Sevilla perdió su imbatibilidad, pero en circunstancias particulares en el Calderón. Con once fue mucho mejor que un Atlético errático y sin ideas en el juego de ataque, con diez también exhibió superioridad, pero poca resistencia pudo ofrecer cuando ya se quedó con nueve. El Atlético, de la mano del bigoleador Maxi Rodríguez, al menos mostró casta y coraje para remontar y cargar el zurrón de moral para afrontar el derbi de la próxima jornada en el Bernabéu.
Mallorca y Villarreal también pueden festejar con algarabía la cuarta jornada. Los bermellones, que en los últimos años se instalan pronto en la zona baja, estrenaron su casillero de victorias ante un dubitativo Espanyol gracias a un gol de una de sus incorporaciones, el ex azulgrana Maxi López.
Victoria con la que también se alió el Villarreal, que además cortó de lleno, con tres dianas, su falta de acierto en la meta rival esta temporada. Los de Manuel Pellegrini se sirvieron del Zaragoza para poner la base de su escalada hacia cotas mayores, al menos las que se esperan después del rendimiento exhibido en las últimas campañas.
Bajo el amparo de los suyos, en el estadio de El Madrigal, el Villarreal remontó un tempranero tanto de Aimar con tantos de Cani, a su ex equipo, y sobre todo el uruguayo Diego Forlán y el argentino Juan Román Riquelme, pilares del éxito del equipo amarillo y necesarios para reflotar el proyecto de Roig.
Asimismo, el Osasuna se mostró como un equipo en alza. Parece ya olvidado el fiasco de la 'Champions' y la marcha de Javier Aguirre, su gran mentor. Con goles de Valdo y Juanfran se impusieron en Vigo a un Celta irregular y suma ya dos victorias consecutivas para auparse a la zona noble de la tabla con seis puntos.
DESASTRE DE LOS EQUIPOS VASCOS
Otrora imagen del fútbol nacional, el fútbol vasco va camino de perder su identidad y sobre todo la alegría. El sufrimiento empieza a ser nota habitual en los campos del norte. Tres equipos afincados allí, Athletic de Bilbao, Real Sociedad y Racing de Santander, ocupan las posiciones de descenso de categoría.
Después de cuatro jornadas, entre los tres equipos sólo suman cuatro puntos. Una cifra irrisoria que incrementa la preocupación especialmente en Bilbao, donde la entidad rojiblanca añade importantes dosis de inestabilidad institucional. El tiempo que reclamó o se concedió el presidente, Fernando Lamikiz, podría acelerarse después de que su equipo sólo pudiera empatar sin goles en Getafe.
La noche fue todavía más triste para los seguidores de la Real Sociedad, que dejaron escapar el punto que habían trabajado en la segunda mitad en un postrero error infantil. El Recreativo puso contra las cuerdas a los de Bakero con dos goles de Rosu y Calle, pero Uranga y Novo liquidaron la desventaja.
En el último suspiro, Sinama Pongolle dejó helado el estadio de Anoeta y además aupó a su equipo, recién ascendido y construido con escasos mimbres, a la zona tranquila de la tabla con dos victorias en cuatro jornadas.
Por último, el Racing de Miguel Angel Portugal que sigue sin encontrar la fórmula de la victoria. Al menos los cántabros pusieron freno a su racha de tres derrotas consecutivas y sumó el primer punto de la temporada consecuencia de un doblete de Zigic en Tarragona ante un Nástic en el que se estrenó el ex madridista Javier Portillo como goleador.
