Ramón Forcada: "Es importante la confianza mutua entre técnico y piloto"

Ramón Forcada, con el piloto Alex Barros.
Ramón Forcada, con el piloto Alex Barros. - REPSOL HONDA - Archivo
Actualizado: miércoles, 21 agosto 2019 14:02

BARCELONA, 21 Ago. (EUROPA PRESS) -

El jefe de mecánicos del piloto de MotoGP Franco Morbidelli (Petronas Yamaha), Ramón Forcada, acumula 30 años en el Mundial de motociclismo y ha sido pieza clave en equipos como el Repsol Honda, en el que ha trabajado junto a Alex Barros, tiempo suficiente para asegurar que lo importante en una relación laboral entre técnico y piloto es la "confianza".

"La importancia de la relación técnico-piloto es, sobre todo, la confianza a nivel técnico. No hay nada mejor para un piloto que ser capaz de explicarle a su técnico qué le pasa y que confíe en que él se lo va a solucionar", manifestó Forcada en una entrevista facilitada por Repsol.

En este sentido, cree que lo mismo le sucede al técnico o mecánico. "Si sabes que el piloto te explica lo que realmente ha sentido en la moto y tiene claro lo que necesita para ir rápido, te ayuda enseguida a tomar la línea a seguir. Es importante la confianza mutua a nivel laboral", reiteró.

Forcada empezó en el Mundial de la mano del JJ Cobas, con el apoyo de Repsol, para trabajar en los motores que permitieron a Álex Crivillé conquistar el título de 125cc en 1989. "Ganar el título fue algo alucinante. Ese primer año yo estuve trabajando con los motores de Álex, y ver que las cosas funcionaban y ganar un título que, en principio, cuando se contrató a Álex en JJ Cobas no estaba previsto, fue muy importante", comentó.

Precisamente, el ingeniero Antonio Cobas fue un maestro y una fuente de inspiración para Forcada. "Cobas marcó una época en el Mundial de motociclismo. Tenía un carácter súper tranquilo y abierto. Te decía exactamente lo que pensaba y nunca se ponía límites. Siempre decía que 'nunca sabrás cómo funciona una cosa hasta que lo hayas probado'", explicó.

Con sus 30 años de experiencia, asegura que las motos han cambiado mucho, no sólo en cuanto a electrónica y potencia, sino que cree que el entorno no se asemeja al de los años 80 y 90. "El 'paddock' sí que ha cambiado una barbaridad. Antes era como una familia, no había estructuras tan grandes y todos los equipos iban en camión o con autocar", detalló.

"En nuestro caso, era un autocar de 'quinta mano' con una tienda de campaña. Imperaba el compañerismo y no había prisas por acabar. Recuerdo que una de las grandes diferencias era que después de los entrenamientos, los equipos hablaban e incluso comían juntos, no en 'hospitalities', sino en el propio 'box' con otra gente. Y luego se empezaba a trabajar", rememoró.

Con el apoyo de Repsol logró el triunfo en 1989 con Crivillé, con quien no pudo trabajar en el equipo Repsol Honda, aunque sí lo hizo con Alex Barros. "En la época con Barros en el equipo, los resultados no acompañaron mucho. Él venía de una operación que se hizo en invierno, perdimos toda la pretemporada, y cuando empezó el campeonato, los resultados no fueron los esperados", lamentó.

"Sobre todo, lo que mejor recuerdo, es la relación con la gente. Estuve sólo un año, pero ya nos conocíamos, ya que habíamos tenido a Repsol de segundo patrocinador en otros equipos, y sigo teniendo esa relación buenísima con mucha gente del equipo. Han pasado 15 años y todavía la mantengo", celebró.

Esas relaciones personales son parte de un trabajo del que, pese a seguir en activo, echa de menos cosas del pasado. "Echo de menos muchas cosas. El plan técnico, el plan artesanal, el plan manual. Las cosas que hacías, lo que podías inventar y probar, y que ahora es imposible por el funcionamiento de la moto", argumentó.

"En mis inicios me hubiera gustado tener más facilidad para hacer inventos, porque el problema de los bancos de pruebas y de cuando evolucionas una moto, es que rompes muchísimas cosas, porque no todo funciona. Y esto, para los equipos pequeños, como JJ Cobas cuando empecé, era complicado", reconoció finalmente.

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