MADRID, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Club Patí Vic se ha proclamado este domingo campeón de la Copa del Rey de hockey sobre patines por cuarta vez en su historia tras vencer en la final del torneo, disputada en Blanes (Girona), al FC Barcelona (2-1) gracias a los tantos de Ferran Font y David Torres y a un gran planteamiento defensivo.
Pese a encontrarse 0-2 en la reanudación, el conjunto azulgrana buscó la remontada, pero chocó una y otra vez con el portero Carles Grau, el merecido MVP del torneo.
El conjunto de Ferran Pujalte ha dibujado el mismo camino que en el 2009, cuando conquistó la Copa del Rey en A Coruña, eliminando al vigente cmapeón (entonces Noia, el sábado al Vendrell), luego derrotando al Liceo y finalmente venciendo al FC Barcelona en la final. El conjunto rojiblanco volvió a basar su victoria en la solidez defensiva y en la efectividad de cara a puerta en las jugadas a bola parada, que les sirvió para doblegar a todo un Barça por 2-1.
El Vic salió como una exhalación, lo que obligó a Sergi Fernández a sacar su mejor versión. Pasados los 10 minutos de empuje inicial, el Vic sufrió un bajón físico, el cual fue aprovechado por el Barça para atacar, aunque delante se encontró a un Grau inmenso, que detuvo tres acciones consecutivas.
Con las rotaciones, el Vic recobró el tono, la intensidad y ganó en desparpajo. Justo antes del descanso gozó de la primera directa por acumulación, y el especialista de la Copa del Rey en las directas, Ferran Font, volvió a lucirse ante Sergi Fernàndez, llevando el partido al descanso con la mínima diferencia al marcador.
El Vic volvió a coger al FC Barcelona desprevenido en el inicio de la segunda mitad y David Torres, saliendo desde detrás de la portería, anotó un 2-0 que con la dinámica que llevaba el partido parecía un mundo. Sin embargo, Panadero redujo diferencias al cazar una bola muerta dentro del área.
Uno de los momentos claves de la segunda mitad fue una directa que detuvo Carles Grau a Marín a 10 minutos del final del encuentro. Carles Grau, una vez más, mantenía a su equipo vivo en el encuentro gracias a sus paradas, que cada vez eran más frecuentes. El Barça apretó, puso en pista a Álvarez y Marín para terminar de poner cerco a la portería de Grau, pero el gol no llegó, y la copa volvió a Vic cinco años después.
