MADRID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
La selección española de voleibol ha sufrido una inesperada derrota (3-1) frente a la República Checa, en la primera jornada de la Liga Europea, un partido que se disputó en el pabellón Messzi Istvan Sportcsarnok de la localidad húngara de Kecksemet, después de sus buenos resultados en las últimas citas continentales.
La selección de Fernando Muñoz debutó con una lista repleta de jóvenes talentos, que pagaron su inexperiencia perdiendo por tres sets a uno (16-21, 21-17, 19-21, 18-21). Los españoles acusaron los nervios y nunca se encontraron a gusto, en el partido donde se estrenaban como internaciones Ángel Trinidad, Toni Llabrés y Juan Manuel González.
España salió fría y tardó en encontrar su ritmo. Prueba de ello es el parcial inicial de 5-1, con el que los checos dictaminaron el desenlace de la primera manga. Los españoles tenían muchas dificultades para anotar y contrarrestar el bloqueo del conjunto checo. Mientras que los centroeuropeos se mostraban muy eficaces en sus acciones.
La luz llegó gracias a cuatro puntos seguidos, con Ángel Trinidad al saque, que metieron a los nacionales en el periodo. Comandados por la variada distribución de Trinidad y los remates de Gustavo Delgado, los españoles se acercaron en el marcador. Pero el set ya estaba sentenciado, la República Checa aseguró sus saques y colocó el 16-21.
El segundo set significó un halo de esperanza para las aspiraciones hispanas. Mucho más firmes en la recepción, con Sergio Noda y Andrés Villena como puntales en ataque, España se distanció hasta los cuatro goles que más tarde reflejaría el definitivo 21-17.
El empate en el marcador mejoró la confianza de los españoles, que gracias a su esfuerzo colocaron un favorable 12-8 en los primeros compases del tercer set. Pese a todo, los checos demostraron una gran solidez impulsada por su gran físico. Como resultado consiguieron llegar con opciones al final de la manga (18-18) y en los últimos compases dieron el golpe definitivo (19-21).
La moral de los de Fernando Muñoz comenzó a derrumbarse, machacada por los constantes bloqueos del equipo checo. La muralla rival se convirtió en un contratiempo demasiado duro, que los jóvenes españoles no pudieron sortear. Al final la República Checa cerró el partido con un 18-21, que materializó su superioridad en la mayoría del encuentro. La selección masculina intentará conseguir su primer triunfo en el torneo el domingo, a las 18.00 horas contra Hungría.
