MADRID, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
El etíope Lelisa Desisa ha cumplido los pronósticos y se ha proclamado esta madrugada campeón del mundo de maratón en los Mundiales de atletismo, que se disputan en Doha hasta este domingo, mientras que el español Dani Mateo, que debutaba en la distancia en un Mundial, ha firmado una meritoria décima posición.
Desisa, segundo en la prueba de hace seis años en Moscú, se impuso con un tiempo de 2:10:40 y por cuatro segundos a su compatriota Mosinet Geremew, que se colgó la plata, mientras que el keniano Amos Kipruto completó el podio (2:10:51).
Kipruto dejó fuera del último cajón, por solo seis segundos, al británico Callum Hawkins, primer no africano en la general y que repite el puesto de Londres; recordado por su colapso en los pasados Juegos de la Commonwealth, el escocés preparó la cita en Doha en una cabaña rodeado de estufas para reproducir las condiciones que se encontraría en el Mundial.
Sin embargo, el ambiente en La Corniche fue mucho más benévolo de lo que esperaba; aunque la temperatura rondó los 30, más o menos como en la prueba femenina de la semana pasada, la humedad fue mucho más llevadera, con un 40% lejano al más del 75% que tuvieron que sufrir las mujeres y que obligó a abandonar a 28 corredoras.
Los dos etíopes cazaron al paraguayo Derlis Ayala, que intentó la fuga, en el ecuador de la cita. Desde ese momento formaron un grupo con Kipruto, el campeón defensor, el keniano Geoffrey Kirui, el sudafricano Stephen Mokoka y el eritreo Zersenay Tadese, que tras liderar durante gran parte del segundo tramo sucumbió ante el empuje del resto de africanos. A ellos se unió, en el kilómetro 39, Hawkins, al que no le bastó su arreón final.
Por su parte, el soriano Dani Mateo, que debutaba en un Mundial en su primer año en la distancia de maratón, entraba décimo en meta con una marca de 2:12.15, una posición extraordinaria teniendo en cuenta que hizo su estreno en la modalidad el pasado mes de abril en Rotterdam (2:10:53).
Mateo, siguiendo la estrategia planificada con su entrenador, Enrique Pascual, supo controlar su ritmo y pronto se unió al grupo que perseguía a Ayala. Cuando los africanos saltaron a por el paraguayo, se mantuvo tranquilo en un pequeño segundo grupo de tres corredores.
Al paso por el kilómetro 37 era octavo, aunque finalmente terminó décimo y como tercer mejor europeo, logrando el mejor puesto de un español de las últimas cinco ediciones y su preselección para los Juegos Olímpicos de Tokio.
