BILBAO, 24 May. (EUROPA PRESS) -
Los alpinistas vascos Jonatan Larrañaga y Mikel Sáenz de Urabain inician este miércoles una nueva expedición con el objetivo de hollar el monte Hunter (Estados Unidos), que con sus 4.257 metros de altura representa un verdadero desafío técnico, debido a su dificultad y longitud las adversas condiciones climatológicas.
Esta nueva aventura montañera, bautizada como 'Basque Team/Ice Tour', supone un verdadero reto debido a las características del Hunter, con una pared de más de 2.000 metros de longitud que lo sitúa en 'Alaska Grade 6', el nivel de dificultad extrema en uno de los sistemas de medida del montañismo alpino.
Situado en Denali, el mismo Parque Nacional donde está el monte más alto de los Estados Unidos (McKinley, 6.194 m.), la ascensión elegida por Jonatan y Mikel es menos transitada por los escaladores, pero mucho más complicada. Fue coronado por vez primera en el año 1954.
Debido a las difíciles y cambiantes condiciones meteorológicas en esta zona, y sobre todo en función del estado de la nieve y el hielo en la pared de la montaña, los dos expedicionarios decidirán sobre la marcha la ruta de ascenso definitiva, si bien barajan a priori dos posibles vías.
Una es la 'Deprivation', más vertical y rectilínea, abierta por los norteamericanos Twight y Backes en 1994, y que sólo se ha repetido en una ocasió. La otra es la 'Ruta Francesa', lograda por los escaladores Grison y Tedeschi 10 años antes, y que ha sido coronada en sólo cuatro ocasiones. En ambos casos se requiere superar un vertiginoso desnivel de 2.000 metros, en condiciones de frío intenso y aprovechando una de las escasas 'ventanas' de buen tiempo que ofrece la dura climatología local.
La pared cuenta con dos secciones bien diferenciadas. La primera es el bastión llamado 'Moonflower Butess', la parte mas técnica y vertical de la pared, con un desnivel de unos 2.000 metros de finas planchas de hielo, corredores y muros de roca compacta. A partir de ahí quedan otros 800 metros de arista hasta la cima Norte de la montaña, hasta completar una travesía de 3,5 kilómetros.
En total, una ascensión de cuatro días en estilo alpino, aprovechando que en esta época del año apenas hay horas de oscuridad, que los dos expedicionarios subirán con el mínimo equipo y que les obligará a dormir colgando sus sacos de la pared en los escasos momentos de reposo durante el ataque a la cumbre.
Jonatan Larrañaga y Mikel Sáenz de Urabain partirán el miércoles desde el aeropuerto de Loiu. Tras una primera semana de viaje y acopio de suministros para permanecer 20 días en el Campo Base, dedicarán una segunda semana a realizar alguna ruta de aclimatación en las paredes colindantes del glaciar de Kahiltna. En caso de que el tiempo acompañe, prevén atacar la cumbre en la primera o segunda semana de junio.
