BARCELONA, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los nadadores españoles Erika Villaécija, cuarta en 800 y 1.500 metros libres en el pasado Mundial, y Eduard Lorente, campeón de Europa en 50 metros libres, se plantean renunciar a participar en los próximos Juegos Olímpicos de Pekín en 2008 por el trato que reciben por parte de la Real Federación Española de Natación (RFEN).
Villaécija y Lorente comparecieron en una rueda de prensa en el CAR de Sant Cugat junto a su entrenador, Joan Fortuny, que fue destituido hace dos meses como técnico de la RFEN y con el que han seguido entrenando, lo que consideran ha motivado una serie de problemas con la RFEN que han derivado en la actual situación.
Entre otras cuestiones, ambos nadadores fueron multados por la RFEN por no usar los bañadores oficiales en el Mundial disputado en Melbourne --6.000 euros a Villaécija y 4.500 a Lorente-- y a éste le retiraron la beca que tenía para entrenarse en el CAR por unas declaraciones en que censuraba la actuación de los dirigentes.
El propio Fortuny se declaró "responsable de lo que les está pasando". "Desde hace un tiempo, todo lo que sea acercarse a Joan Fortuny, es perjudicial", dijo, para luego admitir que, "si no cambia la situación actual", ve difícil que Villaécija y Lorente puedan llegar a las Olimpiadas de Pekín'08 en "óptimas condiciones".
"Nos sentimos perseguidos continuamente", afirmó Fortuny, cuyas palabras fueron secundadas por Villaécija y Lorente, a los que el técnico, además, considera "los mejores nadadores y los únicos que dan resultados" a la RFEN junto a otros (David Meca, Rafa Muñoz) que forman parte del grupo que Fortuny dirige en el CAR de Sant Cugat.
Erika Villaécija, por su parte, manifestó, con lágrimas en los ojos, que quería hacer un "llamamiento" a la RFEN "para que haya diálogo" y confesó que este año se ha planteado "dejar de nadar" porque quiere "disfrutar" de la natación y porque no se veía "con fuerzas para seguir un año más con esta situación".
La nadadora catalana, de todos modos, expresó su "predisposición", así como la de su compañero, a reunirse con el director técnico de la RFEN, el italiano Maurizio Coconi, para "sentarse a planificar conjuntamente la temporada" y de esa manera encontrar una "solución" al problema actual, y de la misma manera se manifestó Eduard Lorente.
Lorente expresó la voluntad de trabajar de manera "conjunta" y pidió poder seguir entrenándose con Fortuny, quien, según dijo, le conoce "mejor" que sus padres, y que éste sea convocado a las concentraciones del equipo español, como es habitual en otros países, algo en lo que también incidió el propio entrenador.
Tanto Fortuny como los nadadores también cuestionaron la sanción que Villaécija y Lorente recibieron por no usar los bañadores oficiales en el Mundial, algo que atribuyeron a que la RFEN no aceptó que usasen un bañador "hecho a medida" por otra marca, aunque los nadadores esperan reconducir la relación con la RFEN.
A finales de año se celebrará el Campeonato de Europa en Hungría y ambos nadadores temen no poder llegar en buenas condiciones. "Ahora mismo estoy más pendiente de que con quién tengo que hablar hoy, que si abogados, que si lo otro..., que en hacer las mínimas para el europeo. Si esto sigue así, no llegaré", afirmó Lorente.
Fortuny, por su parte, se mostró escéptico ante la resolución del conflicto. "Si no intervienen las instituciones, veo difícil que la RFEN se siente a hablar con nosotros porque no veo buena voluntad", declaró, convencido, en todo caso, que Villaécija y Lorente "pueden salvar el cuello de la selección en los próximos Juegos Olímpicos".
