MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, presentó hoy en el CSD el proyecto de ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, que fomentará el juego limpio y la integración, y que según el propio secretario "desarrollará una permisividad nula contra los actos racistas o xenófobos en el deporte".
Lissavetzky aseguró que este nuevo proyecto de ley se ha realizado "con motivo de los nuevos fenómenos racistas intolerantes, y dará una cobertura legal mucho más potente que ahora", y añadió que "apuesta más por la prevención contra las conductas intolerantes aunque tendrá un mayor régimen sancionador".
En relación a esto destacó que "las sanciones propuestas contra el racismo en la temporada 04-05 fueron unas 11, mientras que en esta última temporada han sido 21. Las leyes son importantes, pero también lo es la voluntad política de ampliar las medidas, por eso con esta nueva ley daremos un paso más".
Este nuevo proyecto de ley, segundo en los dos años de mandato de Lissavetzky después del realizado contra el dopaje, se discutirá en el Congreso a partir de septiembre y entrará en vigor a principios de 2007, manteniendo el mismo nivel de sanciones económicas (de 150 euros hasta 650.000), pero aumentando las sanciones de acceso a recintos deportivos pudiendo ser de hasta cinco años, dependiendo de la gravedad de los hechos.
Lissavetzky comentó que una de sus mayores preocupaciones son los grupos 'ultra' que "cuentan con webs que ya no es que sean insultos, sino verdaderas amenazas, incluso apropiándose con los emblemas de los clubes, por lo que tendrán sanciones muy graves quienes financien y suministren estos tipo de grupos".
En este sentido comentó también: "Nadie tiene un medidor de racismo, pero hay hechos como los cánticos o gritos simiescos ante los que no podemos taparnos los ojos y tampoco compararnos con otros países. Debemos intentar que la gente vaya con menos miedo a los estadios, por lo que incrementaremos la seguridad en los aledaños de los estadios e incluso en los medios de transporte, algo que hemos incorporado de la legislación inglesa, muy avanzada en estos temas".
En relación con los cierres de los estadios de fútbol que tanto protagonismo cobraron al final de esta temporada, Lissavetzky se mostró tajante y señaló: "Eso de que el estadio no se cierre finalmente porque no sea reincidente se va a acabar. Cuando se apruebe el proyecto tendrá que haber una adecuación con la federación española de fútbol".
Por último, en cuanto al tema de los jugadores extranjeros a los que se impide jugar en las categorías 'pseudoprofesionales' del fútbol español como la Segunda B y la Tercera División el secretario aseguró que se van a "eliminar todas las barreras para que un ciudadano que viva en nuestro país pueda jugar en cualquier club" ya que es un atraso y demuestra que los estatutos estaban hechos mal. "Cualquier extranjero podrá jugar una competición no profesional".
