CASTELLON, 3 Sep. (EUROPA PRESS) -
El piloto del equipo Tecnocastellón, José Luis Monterde, y su copiloto, el belga Jean Marie Lurquin (Nissan Navara), han perdido la segunda posición que ocupaban hasta el momento en la clasificación provisional del Rally Patagonia-Atacama 2007, tras sufrir una avería mecánica durante el transcurso de la sexta etapa, que finalizó la pasada madrugada en la localidad chilena de Bahía Inglesa.
En una nueva jornada repleta de dificultades, el castellonense realizó una primera parte de la especial a buen ritmo, y llegó a la asistencia con cerca de media hora de ventaja sobre el argentino Orlando Terranova, su más directo rival en la clasificación general.
Sin embargo, a falta de 120 kilómetros para la meta, una transmisión de su Nissan se rompió, lo que le obligó a realizar una reparación de urgencia en mitad de la pista. "Quedaban todavía por delante algunas zonas de arena blanda, así que no tuvimos más remedio que parar a reparar", reconoció Monterde a su llegada al campamento de Bahía Inglesa.
El piloto relató que tuvieron que desmontar toda la transmisión, pero estaba atascada, un tornillo se había segado por completo y "no hubo manera de sustituirla". "Entonces decidimos seguir con sólo tres ruedas motrices, pero el sistema de bloqueo del diferencial también se había soltado y no funcionaba", agregó. En esas circunstancias, bien entrada la noche, con sólo tracción atrás y un terreno delicado por delante, "no tuvimos más remedio que tomar una pista paralela para llegar al final de la especial", indicó.
El piloto español sufrirá por este motivo una importante penalización --todavía pendiente de confirmar por la organización-- que, previsiblemente, le alejará de la lucha por los primeros puestos, aunque el número de pilotos que han llegado a la meta en situaciones parecidas ha sido muy elevado y en el momento de emitir este comunicado todavía no hay una clasificación oficial de la etapa.
Monterde considera que ha sido una "auténtica lástima", porque la etapa estaba siendo "durísima y las diferencias en la meta hubiesen sido determinantes de cara a la clasificación final".
El piloto español se lamentó de que no estaba forzando, porque el terreno era "muy rompedor, muy lento, todo por acantilados y zonas de mucha piedra que se combinaba con tramos de arena muy blanda cuando se bajaba a la playa". "Hemos superado todos los puntos más delicados sin problemas hasta la rotura de la transmisión", se quejó.
Hoy lunes se disputa la séptima etapa del rally suramericano, un bucle de 230 kilómetros de recorrido total con salida y llegada en Bahía Inglesa, 228 de los cuales corresponderán a una especial que se prevé de nuevo complicada por la presencia de grandes dunas.
