Las jugadoras de la selección española de waterpolo celebran un gol en el Europeo de 2022 - EUROPEAN AQUATICS
MADRID, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las selecciones masculina y femenina de waterpolo arrancarán el nuevo, importante y cargado año 2024 con la disputa de sus respectivos Campeonatos de Europa, en Dubrovnik (Croacia) y Eindhoven (Países Bajos), a los que acuden como favoritos al podio y al título, pero con menor 'presión' para el equipo que dirige Miki Oca por tener ya el billete olímpico.
El waterpolo tendrá un inicio de año casi sin respiro y con mucha exigencia. Para empezar, unos Campeonatos de Europa en enero, que debían de celebrarse en Netanya (Israel), y posteriormente los Campeonatos del Mundo en Doha en febrero, 'aperitivos' para cerrar en verano con los Juegos Olímpicos de París, una cita donde los dos combinados nacionales quieren brillar.
De momento, el femenino ya cumplió esa parte gracias a su subcampeonato mundial del año pasado, lo que le hace acudir con algo más de 'relajación' a la cita continental donde será una de las grandes rivales a batir por sus dos títulos consecutivos. En cambio, al masculino se le escapó la clasificación por un pequeño detalle en el Mundial, pero se mantuvo en el podio con un óptimo tercer lugar.
La selección que dirige David Martín será la primera de las dos, este jueves, en comenzar su Europeo, donde sólo el campeón obtendrá la plaza para los Juegos, salvo que este sea Hungría o Grecia, ya clasificados para la capital francesa por su oro y plata mundial, respectivamente, o una Francia al alza.
La misión para España es compleja ya desde el inicio, pero aunque no consiga este objetivo olímpico, aún le quedará la baza el mes que viene en Doha, en un Mundial que reparte cuatro billetes y que parece una vía más 'asequible'. De momento, su historial de los últimos años le hace ser una de las candidatas, como mínimo, a pelear por las medallas y engordar así su palmarés.
Y es que desde la llegada de David Martín al puesto de seleccionador, el equipo nacional se ha convertido en una asidua al podio, con el único lunar de Tokyo 2020, donde fue cuarto. Desde 2018, el waterpolo masculino suma un oro mundial (2022), una plata mundial (2019) y dos europeas (2018 y 2020) y dos bronces, uno mundial (2023) y uno europeo (2022), argumentos sólidos para aspirar a todo en Dubrovnik y conseguir el único título que se le ha resistido.
Para empezar, un grupo de máxima exigencia, con debut este jueves ante la anfitriona Croacia, actual campeona y que contará con su animoso público. El sábado, duelo ante la siempre competitiva Montenegro y el lunes cierre ante una Francia que afina su puesta a punto para 'sus' Juegos y que creó muchos problemas en el Mundial.
Acabar primero da el billete directo a cuartos, mientras que la segunda y la tercera plaza obliga a pasar por unos octavos contra los mejores de los grupos C y D, repartidos en una División 2 donde destaca la presencia de Serbia.
"Las selecciones habituales, las que acostumbran a estar en cuartos de final, serán las que tengan más opciones de ganar el Europeo y esa plaza olímpica. Croacia está muy fuerte y jugando en casa es un rival muy difícil de batir, pero creo que tenemos la oportunidad de quitarnos de nuestro camino a uno de los rivales más duros. Tanto Italia como Grecia, Hungría, Montenegro incluso, y Serbia estarán también en la 'pomada'", afirmó Miguel de Toro a Europa Press.
LA SELECCIÓN FEMENINA, A POR SU TERCER ORO
La selección masculina, que preparó este campeonato con un torneo en Budapest donde acabó primera y con Hungría y Serbia entre sus rivales, acude con su bloque ya consolidado, con las principales novedades de jóvenes como Biel Gomila y Unai Biel, algo similar al femenino, donde la joven Isabel Piralkova es el nombre nuevo en un equipo que busca en Eindhoven su tercera corona consecutiva, algo que sólo han conseguido Países Bajos entre 1985 y 1989, Italia entre 1995 y 1999 y Rusia entre 2006 y 2010.
El combinado que dirige Miki Oca será una de las rivales a batir en esta cita continental junto a las anfitrionas, las cuales les negaron en los penaltis el oro mundial el pasado verano en Fukuoka (Japón) y que quiere desempatar con las italianas y lograr su sexto título europeo.
España se quedó con la miel en los labios de su segundo oro en un Campeonato del Mundo tras el histórico de 2013 en Barcelona, pero con la buena noticia de tener ya un billete olímpico que deja sin la obligación de deberes 'extra' a un combinado que, fiel a su tradición, será ambicioso.
"Tener la plaza olímpica no quitará nada de motivación ni tensión. Siempre vamos a por el oro, a ganar el Europeo. Ya tenemos el billete, pero eso no quita que vayamos a Eidhoven al cien por cien", remarcó Elena Ruiz sobre una selección que tuvo una preparación exigente con amistosos ante Hungría, otra de las candidatas en este Europeo, y dos ante los Estados Unidos en suelo estadounidense.
Con todo, la selección femenina quiere firmar otra gran actuación en una cita internacional. De hecho, desde el año 2017, de los ocho grandes torneos disputados, sólo no estuvo en el podio en el Mundial de 2022 (quinta), sumando, además de los dos últimos oros continentales, tres platas mundiales (2017, 2019 y 2023) y una olímpica (2021), y un bronce continental (2018).
El formato del campeonato será similar al de Dubrovnik, con las 16 selecciones repartidas en dos grupos y en dos divisiones, con la actual campeona en el Grupo B debutando el viernes ante Francia y posteriormente jugando el sábado ante Israel y cerrando ante Italia, su principal rival y actual bronce europeo y mundial, con la misión de acabar primera para evitar una ronda eliminatoria de más.