MADRID, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -
La selección española masculina de waterpolo se ha tenido que conformar con la medalla de plata en la Liga de Mundial, tras sucumbir frente a Croacia en la final, que se tuvo que resolver en la tanda de penaltis (18-17) tras el empate a ocho que registró al marcador al final del choque.
La selección española saltó a la piscina con ganas de plantar cara al único equipo que la había derrotado en este torneo. Los de Rafa Aguilar tomaron la primera ventaja en el marcador, tras firmar Marc Minguell un gran gol a 6:20 del final del primer cuarto. A partir de este momento, la precipitación en ataque fue la tónica española, circunstancia que, sumada a algún pequeño desajuste defensivo, permitió a Croacia irse al primer descanso con 2-1 tras anotar Sandro Sukno y Marko Jokovic.
España recuperó el temple hacia el ecuador del segundo período, momento en que Croacia se situó con dos goles de renta, su máxima diferencia en el choque (4-2). Albert Español firmó dos goles consecutivos que permitieron a España recuperar la igualada en el descanso.
En el tercer cuarto, España se vio algo perjudicada por un arbitraje demasiado riguroso con las expulsiones. Sin embargo, ni los dos penaltis en contra señalados ralentizaron a los españoles, que se marcharon al último descanso con 6-6, gracias a los goles de Iván Pérez y, de nuevo, de Albert Español.
En el último parcial, Aguilar confió en Xavi Vallés o David Martín para sostener el impetuoso ataque croata. El boya del Barceloneta puso el 6-7 a falta de cuatro minutos para el final, lo que situaba a España en ventaja por segunda vez en todo el choque. Sin embargo, Croacia no desaprovechó sus dos jugadas de hombre de más para recuperar la posición de franquicia en el electrónico, firmando Ihic y Boskovic el 8-7. David Martín anotó el 8-8 con potente disparo que enviaba el encuentro a la tanda de penaltis.
Pinedo detuvo el segundo lanzamiento a Croacia, obra de Marko Jokovic, y se colocó con ventaja. Sin embargo, en el cuarto lanzamiento, Josip Pavic adivinó la intención a Guillermo Molina y devolvió las aguas a su cauce. Desde este momento, una sucesión de 12 lanzamientos sin fallo hasta que, cuando España buscaba el empate a 10, Pavic atajó de nuevo el tiro de Mario García. Esta parada dio el oro a Croacia y mantuvo la plata en España por tercera vez en la historia de esta competición, igual que ocurrió en 2002 y 2006.
