PEKÍN, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -
La nadadora española Érika Villaécija lamentó profundamente no haberse podido clasificar para la final de los 800 metros, distancia en la que es vigente subcampeona de Europa, y lo achacó a las molestias de salud que ha sufrido en los últimos días en Pekín.
"He entrenado para estar en la final", sentenció una dolida Villaécija tras salir de la piscina olímpica. La nadadora no quiso valorar la actuación de sus compañeros de equipo: "Los demás no me importan", indicó.
La barcelonesa terminó su participación en el 'Cubo de Agua' con una decepcionante sexta plaza en su serie y un registro de 8:32.27 muy lejos del 8:24.08, que atesora como récord de España y que le sirvió en Eindhoven para colgarse la plata continental.
Villaécija llegaba a Pekín como principal baluarte en la piscina y avalada por su quinta plaza en Atenas 2004 y su cuarta posición en el Mundial de 2007 en Melbourne.
Sin embargo, se marcha de la cita asiática sin haber conseguido clasificarse para ninguna final ya que también falló en la prueba de 400 metros libres y por ello, atendió a los medios de comunicación entre lágrimas.
"He tenido mala suerte al ponerme mala hace unos días. No me he encontrado bien en ningún momento. Me fastidia porque nunca me pongo enferma y tengo que ponerme mala aquí aunque tampoco es excusa. Aquí hay muchos cambios de temperatura. Antes de venir no me encontraba muy bien", reconoció.
Por último, no está de acuerdo con el espaldista Aschwin Wildeboer, el mejor español en Pekín con su séptima posición en la final de 100 espalda, que se irá a Australia, y asegura que seguirá entrenándose en España y bajo la tutela de Joan Fortuny. "En España hay suficientes medios para la natación y no me voy a ir. Me gustaría seguir con Joan y seguir intentándolo", concluyó.
