PEKÍN, 26 Mar. (EUROPA PRESS)
El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el belga Jacques Rogge, marcó el inicio de la cuenta atrás de 500 días para la inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, con una llamada para poner más atención a los 26 ensayos que se realizarán en el próximo verano.
El gran día será, no obstante, el próximo 8 de agosto, cuando quede un año por delante y se pongan en marcha una serie de ensayos para la puesta a punto de la organización de la cita olímpica.
"He aprendido a través de mi experiencia olímpica que los ensayos son la clave para el éxito de los Juegos. Un gran avance en las obras de construcción de las sedes no significa que los organizadores deban descuidar otras áreas porque es ahora cuando se empiezan a cometer errores en los preparativos", apuntó Rogge.
Para marcar los 500 días, el belga formuló respuestas por escrito a una serie de preguntas sobre la construcción de las sedes, los ensayos y la calidad del aire en Pekín, ciudad a la que volverá a finales de abril para una reunión del comité ejecutivo del COI.
La construcción de caminos, estadios y otras instalaciones "avanza a un ritmo tremendo" y "cuando uno sale a caminar a las calles de Beijing, el orgullo y entusiasmo de la gente es palpable, pero el aire contaminado y los problemas de tráfico persisten como problemas para los organizadores", destacó el presidente del COI.
Rogge señaló que todos estos temas estarán entre las cuestiones a tratar de la agenda de la comisión coordinadora del COI que se reúna con los organizadores del evento en la capital china a mediados del próximo mes.
"Creo que es importante recordar que los desafíos medioambientales no son nuevos para la organización de unos Juegos Olímpicos. En Atenas, por ejemplo, hubo que tratar la cuestión del calor, y en las citas organizadas en Los Angeles y en Seúl el desafío fue la calidad del aire", explicó Rogge.
El presidente del COI instó a las autoridades de Pekín a mudar parte de la industria pesada, sobre todo plantas químicas, a las afueras de la ciudad, y a plantar 533 hectáreas de árboles alrededor del aeropuerto y de las avenidas olímpicas.
