MADRID, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
El tenista escocés Andy Murray volvió a meterse en la final de Wimbledon, tercer 'grande' de la temporada, después de remontar (6-7(2), 6-4, 6-4, 6-3) este viernes al polaco Jerzy Janowicz en la segunda semifinal del All England Club, con lo que el domingo buscará por segundo año consecutivo romper el gafe británico, ante el número uno del mundo Novak Djokovic.
Murray fue de menos a más, al igual que en cuartos de final ante el español Fernando Verdasco, aunque en esta ocasión fue un set en contra y no dos lo que tuvo que remontar. El escocés encontró su mejor saque y juego al tiempo que el cañonero polaco los perdió, para sellar su victoria en un cómodo cuarto set con una Central ya tapada precipitadamente por el riesgo de que cayera la noche.
El vigente campeón del US Open y oro olímpico no vaciló para volver a plantarse en la final del abierto londinense, donde el público espera un ganador local desde que Fred Perry lo hiciera en 1936. En 2012 el escollo fue Roger Federer, que levantó su séptimo título en Londres, esta vez la empresa no será menor ya que el favorito numero uno espera después de someter a Juan Martín del Potro en la otra semifinal.
La esperanza británica tardó en entrar en juego. El gigante polaco comenzó con contundencia y sin nervios su histórica cita en una semifinal de 'grande', el primer polaco entre los cuatro mejores en esta categoría de torneo. Aún así, el número dos del mundo gozó de dos bolas de set al resto, pero la seguridad en el saque del polaco llevó el parcial al 'tie-break'. En ella, Janowicz estuvo más acertado y tomó ventaja en la semifinal.
Con el polaco aun celebrando el set y aún sin su mejor tenis, Murray comenzó mandando en el segundo acto con un 'break' a las primeras de cambio. La ventaja fue suficiente colchón para que el escocés empatase el partido (6-4), no sin sufrir la oposición de un gran Janowicz. Y es que el polaco, sin nada que perder como su rival, parecía más cómodo. De hecho, en el tercer set volvió a la carga.
Con su solidez renovada, Janowicz rozó el 'break' en el primer saque de su rival y, en el segundo, lo consiguió (1-3). Con su potente saque consolidó una ventaja que celebró con euforia silenciando a la Central londinense. Sin embargo, la esperada mejora del escocés, en especial con su saque, llegó a partir de ahí. Murray aumentó la agresividad en su juego y sumó cinco consecutivos --ante un jugador que solo había perdido su saque 4 veces en el torneo--, para dar la vuelta al set (6-4), tomar ventaja en el partido y devolver la euforia al público inglés.
Con Murray enchufado y el polaco hundido, se optó por cerrar la pista ante una posible falta de luz. El escocés, que pudo recordar lo ocurrido en la final de 2012 cuando se cerró también la pista, se mostró incrédulo ya que aun quedaban 45 minutos de luz natural, pero tras el parón volvió sin dudas y el guión no cambió. Fue al polaco a quien no sentó bien la interrupción. Janowicz se vio sin opciones y casi se dejó llevar ante un Murray que, con dos 'breaks' a favor, se citó con Djokovic en la final. Su séptima lucha por un 'Gran Slam'.
