(Crónica) Serena Williams y el resto de favoritas cumplen

Actualizado: martes, 26 junio 2012 23:43

MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -

La tenista estadounidense Serena Williams ha solventado sin problemas su envite de primera ronda del torneo de Wimbledon, tercer 'Grand Slam' de la temporada tenística, tras derrotar en dos 'sets' (6-2, 6-4) a la checa Barbora Zahlavova, en una jornada en la que además Anabel Medina ha sabido sufrir y aguantar la presión para culminar una remontada (3-6, 6-1, 6-2) ante la rumana Simona Halep.

La menor de las Williams tan sólo cedió seis puntos en dos mangas que se adjudicó con una solvencia insultante. Ambas tenistas sumaron la mitad de las bolas de 'break' de las que dispusieron, pero la diferencia residió en que la estadounidense gozó y se adjudicó el doble de 'roturas' que su oponente. Además, el letal servicio de Serena terminó por poner tierra de por medio para certificar su pase a la segunda ronda.

Por otro lado, la actual campeona de Wimbledon, la checa Petra Kvitova, podría revalidar su cetro, puesto que también accedió a la segunda ronda sin ningún tipo de problema, tras doblegar (6-4, 6-4) a la uzbeka Akgul Amanmuradova. Mientras, la bielorrusa Victoria Azarenka, otra de las grandes favoritas para el triunfo final, dejó en la cuneta a la estadounidense Irina Falconi (6-1, 6-4).

En lo que respecta a las tenistas españolas, Anabel Medina ha sido la única que ha solventado su duelo de primera ronda. Y es que Laura-Pous ha caído en dos mangas (3-6, 3-6) ante la tenista británica Anne Keothavong, que jaleada por su público y sus porcentajes de acierto en los puntos claves para truncar el saque de la barcelonesa, no tuvo ningún problema para deshacerse de la española.

Mientras, la valenciana supo reponerse de un inicio de partido titubeante para acabar imponiéndose (3-6, 6-1, 6-2) a la rumana Halep. La tenista de Torrent no se amilanó tras ceder la primera manga y supo aprovechar las seis dobles faltas que su rival cometió. A la hora de la verdad, a la centroeuropea le tembló la muñeca en los puntos decisivos, todo lo contrario que a la española, que fue creciendo conforme iba desarrollándose el duelo.