DESCONECTA, 11 Nov.
Sheila Marsh mantenía uno de esos lazos de amistad verdadero que traspasan todo tipo de fronteras, como la raza. La anciana, de 77 años, estaba muy unida a su yegua Bronwen, de 25, y el amor era totalmente correspondido. Ambas habían estado siempre muy unidas hasta que la terrible enfermedad de Sheila las separaba para siempre en el Hospital de Wigan, la semana pasada.
Un cáncer en estado avanzado condicionó los últimos días de Sheila Marsh en el hospital de Wigan Royal Infirmary donde estuvo acompañada de su hija Tina en todo momento. Antes de morir, Sheila tenía tres deseos en mente que quería cumplir y tanto Tina como el personal del hospital se encargaron de hacerlos realidad por ella.
Este es el emocionante momento vivido en las puertas del Hospital cuando Bronwen, su querida yegua marrón, viajó desde la granja de la familia hasta allí para despedirse de su dueña, la que la había criado y alimentado desde que era un potrillo.
Sheila pronunció con un hilo de voz el nombre de Bronwen y el caballo acercó su hocico para que pudiera acariciarle con dulzura, en un momento que mantuvo los ojos húmedos a todos los que presenciaron la escena, según pudo saber Daily Mail.
La fotografía de este momento fue compartida por las redes sociales, volviéndose viral. Tristemente, horas después de aquella despedida, Sheila Marsh perdía la vida aunque lo hacía feliz, según relata su hija, por haber cumplido sus tres deseos: despedirse de su caballo Bronwen, de su perro Poddy y ver cómo su hija se reconciliaba con su padre después de tantos años.
