MADRID, 19 abr. (EDIZIONES)
El pasado 31 de marzo, Paul Charnley se encontraba de safari en el Parque Nacional Kruger con su familia y un amigo cuando vieron un grupo de elefantes que les llamó la atención y decidieron parar en mitad de la carretera para dejarles paso.
Con el coche parado y la cámara encendida, el grupo pudo capturar en imágenes el momento en que dos jóvenes elefantes con ganas de jugar se alejaron de la manada mientras cruzaban una carretera del famoso parque.
Acto seguido, la cría más joven empezó a embestir el coche del grupo para su sorpresa.
Por fortuna para el grupo de turistas, la cría de elefante solo quería jugar. De hecho, la mayoría de las embestidas de los elefantes durante sus encuentros son simuladas (de amenaza). El elefante finge cargar, pero en realidad está probando para ver que tan agresivo es su "oponente" para ver si supone o no una amenaza.
Un indicador para saber si el elefante está de farol o no es observar la posición de sus orejas. Si las orejas del elefante están relajadas o se abren en abanico, probablemente se trate de una embestida simulada. Por el contrario, si las orejas del elefante están clavadas hacia atrás y su tronco está encorvado, es probable que se trate de una embestida real.